15. Alina

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Me levanté de la cama y me estiré un poco.

Al mirar el reloj comprobé que tenía el tiempo justo antes de que Dante tocara mi puerta.

Salí de mi habitación y el olor a comida hizo que me dieran náuseas.

-¿Qué estás haciendo?-dije y Dexter volteó a verme.

-Además de ser el amor de tu vida, soy tu médico y debes desayunar antes de irte. ¿O quieres que te interne? - hice una mueca de disgusto y Dexter asintió.

-Buena chica siéntate. -suspire pesado y camine a la barra.

-¿Qué harás mientras esté de viaje?-pregunte mientras miraba mi plato.

-Trabajar obvio y probablemente ver una serie coreana. Últimamente son mi adicción. -sonreí y negué con la cabeza.

-Así nunca encontrarás novia. -dije mientras se sentaba frente a mi y encogió los hombros.

-Te tengo a ti y Ámbar, no necesito más. -negué con la cabeza.

-Mejor dime ¿Que vas hacer con tu jefe? Claramente se nota la tensión sexual que existe entre ustedes. -comencé a toser ya que tenía comida en la boca en ese momento.

-¿Hacer con que?-suspiré y negué con la cabeza mientras tomaba más comida.

- Lo único que debo hacer es mi trabajo como secretaria y como periodista.

Ya que no puedo llegar con Alissa sin informe y pues para poder hacer eso necesito ser una buena secretaria y hacer que Dante no me corra.

Recuerda que la empresa me está pagando todo, incluso este apartamento, así que no queda de otra. -Dexter hizo una mueca.

-¿Y has pensado en que dirá Dante cuando se entere de que tu jefa te mandó a espiarlo? -negué con la cabeza.

-No quiero ni pensarlo, además me hizo firmar un estúpido contrato de confidencialidad. -Dexter me miró bastante asombrado y se levantó de la silla.

-Alina no puedes ser tan estúpida ¿Lo firmaste? -dijo y asentí.

-Mierda, no tenías que hacerlo, el hecho de mandarle un informe a tu jefa de que haces en la empresa te hace romper ese contrato ¿Si sabías verdad? -asentí con la cabeza.

-Lo sé. Pero dice que no puede hacerse público así que si no pública nada Alissa aún no estoy en problemas y también dijo que me ayudaría a resolver ese asunto.

-Yo creo que es muy arriesgado Alina Dante es abogado y uno de los mejores de España y sus alrededores, no podés hacer nada estúpido.

-Por favor cuídate. -iba a responder cuando sonó el timbre y al ir abrir Dante se asomó por la puerta.

-¿Estás lista?-dijo y mire mi reloj, maldije en voz baja y asentí.

-Pasa, solo voy a cepillarme y por mi maleta.

-¿Te irás en pijama? -dijo Dexter y mi ropa.

-Corre amor, ve por tu ropa mientras yo recojo tu maleta. -dijo Dexter con toda la cama del mundo y al girar a ver a Dante vi como fruncía el ceño. Negué con la cabeza y corrí a la habitación.

Afortunadamente Dexter había lavado y acomodado la ropa y eso no era un caos así que tomé unos jeans y una playera para poder cambiarme, al estar lista y regresar a la sala Dexter tenía en mano mi maleta y se acercó a darme una sudadera.

-No puedes ir sin taparte vas a enfermar, además te hice unos bocadillos, puedes compartir con tu jefe si quieres. -decía mientras me daba una especie de lonchera.

Estaba comenzando a arrepentirme de haberle dicho que se mudará. Dexter era muy buen amigo aunque algunas veces muy hostigoso.

Me despedí de Dexter con un corto beso en los labios mientras tomaba mi maleta y salíamos del apartamento.

Al llegar al elevador Dante sacó su celular y comenzó a mandar mensajes.

-¿A qué vamos exactamente a Sheffield? -pregunte y Dante aparto la vista de su teléfono.

-Como ya sabes nuestro cliente está siendo acusado de lavado de dinero. Ayer por la tarde el día de su boda acudieron una especie de matones y aterrorizaron a los invitados.

Dimitri y su esposa fueron secuestrados y las autoridades los están buscando.

-¿Y eso no lo debe de ver solo el FBI o algo así? -pregunté y negó con la cabeza.

-Mi deber como abogado es proteger la dignidad de mi cliente así que viajaremos para saber más del caso y la familia.

-Las pruebas que nos envió William su asistente no son necesarias. -asistí cuando terminó de hablar.

Lo cierto es que no entendía mucho de la situación de los Hughes. Pero necesitaba hacerlo ya que de ahí podría descubrir en qué cosas sucias andaba metido Dante.

Porque estaba segura de que eso de que su cliente era inocente no era verdad.

Después de una larga espera llegamos al estacionamiento y al entrar a su auto tomó mi maleta.

-El viaje no es tan largo así que probablemente regresemos hoy, no era necesario una maleta. -sonreí cuando cerró la cajuela.

-Uno nunca sabe qué puede pasar, es mejor prevenir. -asintió y caminó al lado del copiloto y me abrió la puerta.

Asentí y me acomodé en el asiento una vez lista cerró la puerta y caminó a su lugar.

Al llegar al aeropuerto me llegó un mensaje.

"Captan a prometida de prestigioso abogado saliendo de un bar gay"

Mire a Dante y luego a mi celular.

-Señor. -dije y Dante detuvo el paso. Y le mostré el mensaje.

Maldijo en voz alta y sacó su celular. Después de un rato de intentar le atendieron la llamada.

-¿Acaso estás loca? -no pude escuchar que le respondía pero apretó las manos en un puño.

-Estas en todos los diarios saliendo del bar con tu amiga Cristina, te dije que tenías que ser cuidadosa ahora por tu estupidez tengo muchos problemas y sobre todo mi madre me estará acosando. -después de eso colgó la llamada y marco nuevamente.

-¿Llegaste dijo?-pregunto y asintió con la cabeza de acuerdo saca el celular. Dicho eso, volvió a verme.

-Perdoname por favor. -iba a preguntar que tenía que perdonar, pero entonces pasó algo que no esperaba. Se acercó a mi, me tomo de la cara y unió nuestros labios.

Al inicio intenté empujarlo, pero después no pude más y continúe con su beso, sus manos comenzaron a bajar por mi cadera y me pegó más a su cuerpo.

Mis piernas comenzaron a temblar y mis sentidos a fallar. Después de lo que pareció una eternidad me soltó y no aparto la vista de la mía.

Nuestras respiraciones estaban agitadas y nuestras mentes revueltas.

-Listo.- dijo Alex y finalmente Dante apartó su mirada de la mía.

- Ya sabes que hacer. -dijo y retomamos nuestro camino.

-¿Me estás usando? -dije cuando lo alcancé y Dante sonrió.

-Me debías la del espejo. Era tu momento de pagar.

Me quedé parada anotado de pasillo, procesando lo que acababa de pasar. Dante era el chico más extraño del mundo.

Los secretos de DanteUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum