Idioma De Amor

Capítulo Cinco

—¡NO! Es un rotundo no Elizabeth— le grito Mariam mientras daba un portazo a su habitación dejando a una castaña parada en la entrada con los ojos como platos, la mirada perdida y la boca en forma de O

¿A que venía esa reacción? Lizzi había llegado algo tarde porque había tenido que ir a dejar a VM al hotel donde se estaba quedando luego de pasar una hermosa tarde juntos, había subido las escaleras hasta la habitación de su hermana y le había comentando bastante entusiasmada lo que VM le había dicho ¿y cuál había sido la reacción? Que su pequeña hermana le había cerrado la puerta en la cara con un rostro de molestia absoluta, tocó la puerta con sus nudillos suavemente

—Mary... abre por favor— murmuro sobre la puerta mientras volvía a tocar suavemente y sentía como en el interior de la habitación su hermana se movía para segundos después abrir la puerta

—¿necesitas algo?— pregunto con una ceja alzada se podía notar que tenía los ojos rojos, muy seguramente había estado llorando

—necesito saber qué pasa Mariam...— Lizzi entró a la habitación donde todo estaba tan ordenado que se dio cuenta que su hermana había tenido un episodio de estrés y llanto

—no pasó nada, solo no quiero a ese último concierto, no tengo el ánimo— soltó un suspiro y se sentó cerca de la ventana ignorando la mirada de tensión de su hermana

—¿Por qué no? ¿Ocurrió algo de lo que no estoy enterada?— Lizzi podía llegar a tener una idea de lo que estaba pasando pero necesitaba que su hermana se lo dijera y Mariam era experta para guardarse todo cuando de sentimientos amorosos se trataba

—no pasa nada, pero si tanto quieres ir para estar con tu hombre de ensueño, puedo acompañarte hasta la puerta y esperarte allí o entre el público— se encogió de hombros viendo a su hermana, en su interior gritaba por decirle que si quería ir pero su orgullo era mucho más importante

—¿si te das cuenta que estaremos allí horas? Mariam es un concierto después de todo— le advirtió resignándose a que no diría nada por ese momento —¿de verdad no puedes estar conmigo?— se cruzó de brazos y se recargó en la pared

La vio removerse en la silla algo incomoda y luego soltar un largo suspiro mientras mordía su labio y lo meditaba por unos segundos que para Elizabeth le parecían la eternidad, la vio negar con la cabeza y luego asentir, aunque la verdad no había entendido nada

—te acompañare con la condición de que no me fuerces a hablar con nadie del grupo, que me mantengas a la distancia porque yo quiero estar tranquila, ¿es un trato?— le dijo extendiendo la mano como si fuera un pacto de vida o muerte a lo que Elizabeth asintió apretando la mano de su hermana por unos segundos —pero no entraré contigo hasta que el grupo comience a cantar y luego saldré antes una vez que termine el concierto, eso incluye que cuando se cambien de vestuario no estar allí— le advirtió a lo que la castaña abrió los ojos como platos porque aquellas peticiones eran extrañas, era como si estuviera huyendo de algo, asintió sin hacer preguntas... por ese momento, ya tendrían tiempo de colocarse al día

—bien, entonces tengo que explicarte algunas cosas...— por unos segundos Lizzi se le olvidó por completo todo lo demás y solo se concentró en la hermosa sonrisa de VM y en sus ojos negros, tomó asiento en la cama de su hermana con una sonrisa amplia quedando frente a esta —tenemos que decirle a mamá y papá lo qué haremos el fin de semana en la noche, para que papá no nos lleve al concierto o se asuste, ya que VM nos hará llegar un auto personal para que podamos entrar sin inconvenientes, me entrego una credencial especial, una para cada una, de esa manera podemos entrar sin tener problemas con la seguridad del lugar— le entregó la credencial a su hermana sin decir que quien había insistido con que ellas tuvieran las credenciales fue JinShi —con estas puedes entrar y salir he incluso ir a los vestuarios de los chicos para hablar con ellos— la vio observar su credencial y asentir