Alejo la mirada de su cuerpo antes de perder el control. La sigo a través de las concurridas calles hasta un local de comida rápida. No se que hacemos aquí, así que la miro con la duda dibujada en el rostro. Ella se limita a sonreír y tomar mi mano libre, su piel es suave y cálida. Su mano encaja perfecta en la mía y al parecer ella también se dio cuenta, porque se quedo mirando nuestras manos unidas por un segundo y luego me jalo dentro del local.
El olor de la comida inundo mis fosa nasales y mi estómago se retuerce ante el hambre que siento. Me alegra un poco que ella no pueda oír a mi estomago rugir, o me daría mucha vergüenza que ella se riera de mi.
Tomamos asiento en una mesa libre cerca de la barra de comida, a pesar de la hora no esta muy lleno y solo hay algunas personas en la cola. Dejo las cosas de Scarlett en la silla que esta pegada a la pared, junto a mi bolso y el de ella. Scarlett se acomoda en el asiento frente a mi, mira alrededor y lame sus labios.
Río un poco al ver como acecha la comida de otras personas y decido ir a comprar de una vez. Le entrego mi móvil para que anote lo que desea comer y ya que es tan inteligente, capta mi idea de inmediato y comienza a escribir.
Me devuelve el móvil y me pongo en pie. Hay dos personas frente a mi en la cola, mientras espero aprovecho de leer que quiere ella. Mis cejas se alzan ante la sorpresa, miro a la chica y la encuentro leyendo uno de los libros que cargaba. La chica de la caja llama mi atención y le dicto la orden que es realmente larga.
-Dos bebidas grandes, un completo italiano, papas fritas, dos hamburguesas, doce empanadas.- y eso solo es de Scarlett.- También una pizza de queso, por favor.
La chica me dio una mirada incrédula y negando terminó de anotar mi pedido. Como si nadie hiciera ordenes exageradas de comida para dos personas.
Avanzo en la fila y un chico de mirada agria me entrega una bandeja con todo y apenas la tomo se aleja soltando un bufido. Recojo su aroma y lo identifico como un lobo de alguna manda vecina, nadie peligroso.
Regreso con Scarlett que sonríe al ver la bandeja y deja su libro a un lado. Espera a que yo tome asiento para comenzar a comer y eso me enternece. Es una chica amable y considerada.
Comemos en silencio, intento concentrarme en la pizza con queso derretido frente a mi, pero no puedo. El olor embriagador de Scarlett sobrepasa el de toda la comida del lugar y no puedo dejar de mirarla.
Sus mejillas se abultan mientras come una de las hamburguesas y da largos tragos a su bebida. Unos mechones de cabello se deslizan a su rostro y acerco mi mano, ella se aleja un poco y frunce el ceño, pero continuo avanzando y meto el rebelde cabello tras su oreja.
Las mejillas de Scarlett enrojecen y mi piel arde ante el contacto con su piel, aunque fuera mínimo. Retiro mi mano dejando que ella se calme, no quiero parecer un acosador o algo similar.
Creo que ella es muy perspicaz ya que toma su móvil y escribe rápidamente sin soltar su hamburguesa. Desliza el aparato por la mesa hasta que llega a mi mano.
¿No tienes hambre? tu pizza se enfriará
Sin borrar lo que ella escribió, respondo.
Nop, pero es muy entretenido verte comer.
Scarlett frunce los labios y teclea en la pantalla. Esa rapidez se consigue con horas de práctica, estoy seguro. El móvil vuelve a mi mano.
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Aun si no me escuchas
WerewolfEl vínculo con tu pareja es más fuerte que cualquier problema o enfermedad, capaz de superar todas las barreras aún si esa barrera es el no poder oírse. Así es el caso de Tatsuya, que deberá superar el hecho de que su mate es humana y sorda, a esto...
10.- El lobo se vuelve cursi
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