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— Lo lamento, pero a partir de ahora él es mi Omega— El chico tragó con dificultad, nada bueno podría salir de esto.

— No, porfavor no— Comenzó a sollozar, no había dejado de llorar en silencio en ningún momento.

— Estarás a salvo, lo prometo— Susurró hacía el Omega, que al entrar se había refugiado en los brazos de sus primos — Acompañenme a hablar con el padre de Lionel, es mejor hacerlo de una vez, quizá ese Alfa vaya a lloriquearle para no ser recriminado— Mencionó, cuando lo vio entrar lo investigó, sabía su nombre y su familia, a que universidad iba, lo básico, más tarde quizá podría leer el expediente completo, sabía que venía con ese idiota, tenía que ser rápido, no podía permitir que se comprometieran, sería más complicado romperlo.

— No,no se vayan, porfavor no— Se abrazó más a ellos

— Uno de los dos que se quede con él— Mencionó Ángel

Asintió, ya se encontraba muy asustado, debía quedarse alguien a cuidarlo.

— Un par de omegas se quedarán afuera para vigilarlo— El Omega frunció el ceño, ¿Como que lo dejaría con la protección de dos omegas? — Ellos trabajan en la vigilancia,aquí se contratan de todas las castas, claro no todos juntos, ya aprenderás el protocolo, si todo sale bien mañana te llevaré a nuestro hogar.

Se abrazó de Ángel, el otro besó su frente y se dirigió junto a Ochoa a hablar con su padre.

Las horas pasaron, estaba demasiado cansado, Kun se quedó en el sofá, el Omega en la cama, cuando acordó ya se había quedado dormido.

[•••]

— ¿Como que tu hijo vendió al mío? Esto es inaudito, no puede quedarse así— Estaba molesto, ¿Cómo se atrevían ellos a sacarle provecho al único hijo que le quedaba?

— Mi hijo es un imbécil, lo lamento, lo resolveré

— Ni de broma volveré a entregar a mi hijo, hablaré con ese Alfa— Sonaba decidido, no podía permitir que se lo quedara así como así, menos sin recibir nada a cambio.

Minutos después recibió la llamada de uno de sus sobrinos, iban para allá, el Alfa y él.

Al verlo entrar supieron que no sería sencillo romper el, era el Alfa más poderoso del continente, con aliados fuera del Continente.

— Mi hijo no está a la venta— Refutó, observando a los Alfas que lo acompañaban, todos armados.

— No está a la venta, pero si lo entregaste a ese idiota que a la menor provocación lo apostó.

Todos miraron hacía ese Alfa, incluso su padre le dio un golpe — Podemos arreglarlo— Mencionó el padre de Cristiano.

Negó — Ya no hay vuelta atrás, larguense— sin más lo hicieron — Quisiera hablar con usted a solas— Asintió

La madre del Omega estaba a su lado, sollozando por el destino de su hijo, el Alfa se adelantó, Ochoa se quedó junto a la Omega, observando como todos se alejaban, nadie lo escucharía.

— Es mi omega, estará a salvo— ella lo entendió, eran destinados, asintió, no por eso menos tranquila, no dejaba de ser una mafia a la que pertenecía.

Siguió a su futuro suegro, para llegar a un acuerdo.

[•••]

Al día siguiente despertó de golpe, recordando lo ocurrido, dirigió su mirada al sofá pero se encontraba solo, comenzó a sollozar, tomando su celular, al menos no se lo habían quitado. Comenzó a correr hacía la puerta que se encontraba entreabierta

Quiero Pertenecerte (MECHOA AU)Where stories live. Discover now