🧸 | 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐀 𝐄𝐍 𝐂𝐔𝐁𝐈𝐄𝐑𝐓𝐎 - SpyxFamily Fanfic

🧸| CAPÍTULO 3

- SOFIA FORGER -

—Debemos actuar como personas normales, como una familia ordinaria y no llamar la atención.

Fueron las palabras de Twiligth en código morse mientras caminábamos por la calle. En este tipo de misiones no era seguro comunicarnos como normalmente lo haríamos, así que este era nuestro medio de comunicación. Por las pisadas que daba, el ritmo y la fuerza de estas era como podía entender lo que me decía.

De pequeña no lograba entender cómo se comunicaban los espías de la agencia entre ellos sin decir ni una palabra, pero gracias a mis años de entrenamiento, con la práctica pude lograrlo.

Escucho pequeños pasitos correr y es cuando la pequeña pelirosa se coloca frente a nosotros.

—¡Quiero una pistola de esas que no hacen ruido!

¿Qué?

—So.

Me respondió. Muy graciosa.

Espera.

¿Cómo es que adivinó lo que pensé?

Acaso...

¿Acaba de leerme la mente?

Frunzo al ceño al tener ese pensamiento y noto como ella se pone nerviosa al instante. Me tienes que estar jodiendo, no creo que eso sea algo posible, pero al ser una persona muy desconfiada, debo encontrar una explicación lógica.

—Claro, venden de esas de juguete para niños.

Fue la respuesta de nuestro padre y ella solo dió una sonrisa nerviosa antes de salir corriendo a un lugar cercano. Luego me siguió hablando, esta vez en voz baja.

—No debemos llamar la atención...

—Pues ella ya lo está haciendo.— le respondí, señalando detrás de él. Él se volteó y vio como Anya estaba dando vueltas en medio de una multitud de pasajeros que entraban y salían del metrobús. Y ella estaba en toda la entrada.

—Ten cuidado...— una señora que nos sonreía amable se acercó a Anya para ayudarla, alzándola en brazos para dárnosla a nosotros— A los niños pequeños hay que tomarlos de la mano para que no salgan corriendo, tengan.

Nosotros dos le sonreímos.— Muchas gracias.— respondió Loid. Yo asentí en agradecimiento.

El resto del camino, estuvimos sosteniendo la mano de Anya, ella estando en medio de nosotros. Si hay algún enemigo cerca, va a ser algo difícil estar de esta manera, pues no tendremos la oportunidad de atacar o actuar lo suficientemente rápido, pero no hay opción.

Entonces, la niña corrió a esconderse detrás del letrero de piso de un mercado. Mis sospechas seguían aumentando con respecto a que ella leía mentes.

Y todo seguiría yendo relativamente normal de no ser porque tiempo más tarde la pequeña empezó a llorar totalmente de la nada. ¿Lo curioso? Yo solo estaba pensando en que sería mejor cambiarla por otro niño, debido a que intentó darle una moneda de 10 Pentos a un señor que le estaba vendiendo un póster de 1 Dalk. Claramente empecé a unir los cabos, pues ya eran dos ocasiones en las que adivinaba mi pensamiento o respondía a cosas que únicamente pasaba por mi cabeza.

Y como espía, eso ya se me hace totalmente extraño. Uno es casualidad, dos son coincidencias y tres ya es un patrón.

Debido a su escandaloso llanto, empezaba a llamar la atención de todo el mundo alrededor. Hace un rato mientras caminábamos, nos comentó que le gustaban mucho los maníes, así que Loid le ofreció unos y se calló al instante, sonriendo como si nada hubiera pasado.