La cama

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El frío atacaba el pueblo de Lazy Town, todos estaban resguardados en sus hogares, tranquilos y esperando a que pasase todo, en otro paraje de este pequeño y ahora congelado pueblo se encontraban los que antes eran enemigos hablando como si de viejos conocidos se tratase.

Al hacer la pregunta Robbie no se esperaba que Sportacus dijese "tu cuarto", es decir, por qué?.

Sportacus se encontraba deslumbrado ante el morado, más allá de conocer cada parte de él ese mismo día, incluso se llegó a conocer más a sí mismo. Y debía decir que, en cuestión de gustos Rotten encajaba perfectamente en cada uno.

-Quiero conocer tu cuarto- una sonrisa acompañada de un gran sonrojo se veían en el rubio, esto nisiquiera era verdad, solo quería pensar en algo mas para no terminar hechado de la casa del morado por mirarle tanto.

-Por qué mi cuarto?-

-Porque ya será de noche y quiero saber dónde dormiremos- el azul se dio cuenta de que había metido la pata aún más, se regañó mentalmente y buscó una excusa conveniente.

-Dormiremos?-

En ese momento la promesa que habían hecho brilló en la mente de Sportacus, -Sí, el trato era que me quedaría hasta que la tormenta pasara, aún está nevando.-

-Irás en el piso- Dijo Robbie encarando al azul.

-Bueno- Miró al pilenegro con ojos de cachorro -podriamos ir a verla?-

Robbie comenzó a caminar por su casa sin aviso, al final a la derecha se encontraba una puerta de madera en color negro clásico, entró a la pequeña habitación y dijo a Sportacus -Aquí está-

El pelirubio miró analizando todo, había una cama con sábanas moradas destendidas, una mesita al lado de esta con una lámpara de noche, un pequeño videojuego y un frasco de vidrio lleno de chocolates y picafresas, rara combinación, pero en su habitación solo tenía un cuadro de una manzana y su traje así que no tenía cara para decir nada, además de eso Robbie tenía una alfombra grande y linda, una puerta que le parecía que daba a un baño, y un pequeño closet extra, vaya que le gustaba la ropa al pequeño morado. -Es linda-

-Aquí me la paso casi todo el día- dijo Robbie buscando algo en el guardaropa

Sportacus caminó directo a la mesita para ver el videojuego, lo levantó, le dio la vuelta y estuvo analizándolo como un niño pequeño para dejarlo de nuevo en su lugar.

-Toma- Dijo Rotten entregándole la camisa mas grande que encontró en su guardarropa y un pants que usaba a veces para limpiar el polvo, eran los mas grandes que tenía ya que los había encargado por una página web y llegaron varias tallas mas grandes de lo pedido, vaya que se había enojado ese día y nisiquiera le dieron reembolso, por suerte ahora estaban limpios (según él) y podría prestarselos a Sportabobo que seguía vestido con su aparentemente nada cómodo traje.

-Gracias- Dijo Sportacus recibiendo la ropa.

-De nada, voy a cambiarme al baño- Robbie se metió por la otra puerta que se econtraba en el cuarto y cerró de una manera relajada.

A Sportacus le pareció buena idea cambiarse mientras Robbie estaba en el baño, pues ya era apenas de noche y tenía la costumbre de dormir temprano, se quitó su traje dejándolo doblado en una esquina del cuarto y se puso el pants con un aroma un tanto raro, no le dio importancia, hasta que intentó ponerse la camisa y se dio cuenta de que esta era muy pequeña para él pues a duras penas le cubria el pecho y apretaba demasiado sus brazos, el problema mayor no fue ponérsela, fue quitarsela.

Robbie dentro del baño aprovecho para esconder sus aromatizantes de chocolate y una pequeña botella de vino con una copa dentro que tomaba cuando se sentía estresado, guardandola en la cosa donde se supone debería tener pastillas, se cambió y metió la ropa que estaba usando anteriormente al cubo de la ropa sucia, al abrir la puerta se encontró a un Sportacus luchando con la camiseta que le había dado intentandosela quitar, no había que ser genio para darse cuenta que le quedaba pequeña.

La imagen le dio un poco de ternura ya que parecía un gato con la cabeza atorada dentro de una caja, al bajar un poco la mirada se encontró con el abdomen trabajado del rubio, cuánto ejercicio hacía?, se veía muy marcado y ni hablar de sus brazos, el brazo del azul fácilmente era 3 veces mas grande que el suyo.

-AyUda porfavor- Dijo el rubio aún atorado sacudiendose intentando safarse la camisa.

-Si- Dijo Robbie saliendo del trance, la verdad Sportabobo no se veía nada mal...

Rotten intentó jalar la camisa con toda su fuerza pero falló en su intento, el rubio ya se había rendido, nisiquiera peleaba solo estaba paradito esperando a que Robbie pudiese quitarsela ya que no podía ver nada.

El morado se estreso así que solo sacó una tijeras de un cajón en su mesita se noche y cortó la camisa con cuidado de no dañar al rubio.

-Lo siento- Dijo Sportacus

-Está bien, no es tu culpa que no te quedase, además nisiquiera la usaba- dijo Robbie desviando la mirada intentando no fijarse en el cuerpo del rubio.

A Sportacus le daba pena ese tipo de cosas, no quería que Robbie tuviese que romper sus pertenencias solo por él, así que nisiquiera tenía cara para pedir otra cosa que ponerse, por suerte Robbie tenía calefacción sino estaría muriendo de frío. No le molestaba tener su abdomen expuesto pero tenía miedo de que eso incomodara a Robbie ya que no lo quería mirar. Se puso enfrente de morado y levantó su cara de manera delicada con una mano -Perdón si te incómodo Robbie, si prefieres puedo quedarme abajo-

Rotten se encontraba hipnotizado con los ojos azules que lo miraban preocupado, al sentir la mano de Sportacus su corazón empezó a latir de manera descontrolada y un sentimiento que creyó nunca volver a experimentar renació dentro de sí. -No me incómodas-

-Entonces por qué no quieres mirarme?- La duda dentro del azul picaba como hormiga en su conciencia, si el pelinegro no estaba incómodo, entonces qué era?

-No lo sé- si sabía pero preferia mentir a decirle que se sentía atraido no solo por su cuerpo sino también por él, por como siempre lo cuidaba a pesar de todo.

-Entiendo- Sportacus quitó su mano del mentón del otro y le dio una sonrisa pequeña.

Robbie después de mucho, volvió a sentir esa calidez que ni su pastel favorito le daba y la encontró con quién menos pensó sería si acaso pensable. El azul se encontraba debatiendo sus emociones, Rotten realmente le decía la verdad? O sí estaba incómodo pero era muy penoso para aceptarlo?.

Un pequeño silencio se formo entre ambos. -Te traeré una cosas para que puedas dormir bien- Dijo Robbie llendo por unas cuantas mantas para hacerle un tendido a Sportacus en el piso.

-Gracias-

Al irse Rotten el rubio se dio cuenta de que llevaba una pijama un tanto linda, era una camiseta muy larga pero delgada que cubría hasta sus muslos con estampados de Hello Kitty y unos pants morados de felpa, ya no le sorprendía pero otro sentimiento crecía en el pecho del azul, se veía tan protegible, cuidable, abrazable y... Besable, este pensamiento hizo que sus orejas puntiagudas se pusieran rojas. Cómo reaccionaría Robbie a un beso?.

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