La oí reír

—Te felicito, esa es una buena estrategia de reciclaje. Puedes llenarla de brillantina y escribir «salvemos al planeta» justo detrás.

—Eso no me ayuda, ecologista —rodé los ojos, tapándome la cara con mi almohada

No oí respuesta alguna, en realidad diría que sus palabras se reemplazaron por sus pisadas cuando se levantó del sillón y se acercó a mí. Luego, solo sentí su peso hundiendo el lugar a mi lado

Retiró la almohada suavemente

—Mack...

—Mack murió —murmuré

—Genial —bufó. Entonces, me zarandeó con un poco de brusquedad, dejándome sentada abruptamente—. Oh, sabía que no habías muerto.

—Lo que sea que estás haciendo no me ayuda —la miré mal—. Wendy, ¿sabes? No tiene caso asistir a ese baile.

—¿Lo dices por el vestido? Mira, te ayudaré a...

—No, no es solo por eso —me apoyé en mis antebrazos, pensando—. Creo que tampoco tengo con quien ir.

Ella inclinó levemente su cabeza, analizando la situación

—Puedes ir con Mike —murmuró al final

Hice una mueca. La mayor de las muecas

—Primero me pongo esa bolsa de basura. Gracias.

—Tu hermano no es un chico feo o desaseado —me golpeó levemente con la almohada—. De hecho, es lindo y siempre huele bien.

Mi cabeza se movió en su dirección, lentamente. Ella fue consciente de sus palabras y logré percibir como sus mejillas se teñían de un rojo que demostró la vergüenza

—N-No... no quise decir eso.

—¿Olfateas a mi hermano?

—¡No hago eso! —me golpeó con un poco de fuerza. La risa brotó de mi garganta mientras ella se avergonzó más—. ¡Mack!

—Vale, vale —me calmé, respirando—. No olfateas a mi hermano.

—Me refiero a que... —se cortó a sí misma—. Tu hermano es un buen partido, pero entiendo que para ti es raro porque es tu hermano y seguro en lo único que piensas cuando lo ves es en sus calcetines sucios.

Enarqué una ceja

—¿También...?

—Solo cállate —me cortó, antes de que dijera algo más

Reí levemente

Ahora que analizaba la situación, sí era consciente de que Mike tenía un poco del atractivo que heredamos de nuestra familia. Digo, mi madre a la edad que tiene es demasiado bella y joven, mi padre es apuesto, aunque su carácter es una mierda. El punto es que mi rubio hermano mayor podría ser la cita ideal.

Pero no para mí.

Miré a mi castaña amiga, batiendo mis pestañas. Wendy dejó de prestarle atención a la mariposa que se adentró por la ventana y solo me miró. Pareció deducir mi mirada, pues en menos de un segundo empezó a negar.

—Oh, no.

—Oh sí —sonreí

—¡No!

—¡Sí!

—Ay, no puede ser —se puso de pie—. ¡No iré al baile con tu hermano!

—Eso harás —también me levanté, pisando el suelo con mis pies descalzos—. Lo harás por mí, pero también por ti. Si decides ir con Mike puedo decirle a Shawn que vaya conmigo, y tú podrás saber si el tonto rubio sigue sintiendo cosas por ti.

Invierno de colores✓Where stories live. Discover now