sci-fi

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Una noche cualquiera los jugadores argentinos decidieron ir a un boliche para celebrar el reciente triunfo.

Acordaron previar en la casa de uno para luego ir todos juntos.

Estaban todos riendo y conversando de cosas triviales, a diferencia de dos, que no paraban de tirarse miraditas.

Para nadie era secreto que entre los dos menores del grupo habia una fuerte tensión sexual que fácilmente se podía cortar con un cuchillo sin filo, pero a ninguno le daba para dar el primer paso.

Salieron de su nube cuando uno de sus compañeros habló para ir de una vez al boliche.

Minutos después llegaron al local y había una bocha de gente, música altísima y parejas comiendose la boca esparcidas por todos lados.

De repente todos ya estaban dispersados en la pista de baile.

Enzo bailaba - prácticamente obligado - con una mina morocha, esta se le pegaba mucho al alto, pero el menor trataba de alejarla disimuladamente, la verdad es que ni le importaba la chica, solo estaba ahí para mirar más de cerca a Julián bailar su canción favorita, la forma en la que meneaba sus caderas al compás de la canción, su cuerpo delgado pero bien formado, sus curvas definidas.

Pudo observar como conectaron miradas y este le sonreía de una manera pícara, incentivandolo a acercarsele, cosa que hizo rápidamente, dejó a la chica para ir con el castaño y posar sus manos en la cintura contraria mientras que este colocaba sus brazos en el cuello del menor.

Mientras que bailaban una canción de Rauw Alejandro - la favorita de los dos - apreciaban cada facción del otro más de cerca, hasta que la mirada del morocho quedó puesta en los labios del mayor, ahí supo que estaba perdido.

- Juli, no me puedo resistir más - Hablo Enzo acercandose más - si es que era posible - al castaño, quien solo rió y prácticamente habló entre los labios del otro

- Y por qué te resistis, si me deseas tanto - musitó Juli para Enzo en un tono provocador.

Por ti yo rompo la ley

Enzo le planto un largo beso al mayor, quien le correspondió gustosamente, paso a segundo plano el qué dirían los de la FIFA y las posibles graves consecuencias que generaría si alguien los graba ahí mismo, pero no le importaba, solo estaba en su mente Julián, Julián, Julián, la suavidad de sus belfos, pero con la rudeza en la que lo besaba le hacía perder la cordura, la forma en la que Julián lo empujaba de la nuca para profundizar más el beso.

Cuando decidieron separarse para respirar, los dos se miraron con una miradas cómplices, para que el mayor los lleve a un baño cercano para satisfacer sus deseos.

Nadie notó la ausencia de estos dos debido a la tenue luz del lugar.

No sé como vaya a empezar, pero sé como va a terminar

Ni bien el castaño cerró la puerta, el alto lo estampó en la pared para besarlo ferozmente, haciendo que el otro ría por la desesperación del morocho.

Unos besos llegaron a otros, y a otros, y a otros, hasta consumar las fantasías que contenían y acabar con ese fuego que los llamaba al cuerpo del otro.

Y solo las 4 paredes de ese baño fueron testigos del amor y la pasión que tenían estos enamorados, por ahora.

blouse - enzo x juliánWhere stories live. Discover now