CAPÍTULO XII

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El menor abrió sus ojos con asombro, jamás pensó tener que lidiar con algo así, pero finalmente había tomado una decisión, ahora solo quedaba una duda en su pensar.

-¿De verdad voy a perder el corazón?...-

-No como tal Vegetta, aún podrás vivir... Pero ya no vas a ser capaz de sentir nada.- el menor trago grueso. -A pesar de lo que has escuchado, ¿Estás dispuesto a continuar?-

-Si...- suspiró tristemente, el mayor se quedó callado por un momento, despues tomo por los hombros a su amigo en señal de apoyo.

-Entonces no hay tiempo que perder.- se separó y comenzó a buscar donde anotar -Voy a hacerte una lista de todos los ingredientes que necesitas encontrar, pero he de admitir que este sera un viaje largo, asi que mejor vete preparando muy bien.- comenzó a escribir todo lo necesario, el menor le hizo caso, así que también comenzó a alistar sus cosas.






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Después de varios minutos Sapo Peta le entregó la lista a Vegetta, quien la tomo y comenzó a leerla.

-Si que son muchas cosas...- suspiro. -Pero, estoy dispuesto a encontrarlo todo.- guardó la lista en su mochila.

-Yo se que eres capaz, Vegetta... Lo cual me preocupa mucho, pero esta bien, te prometí que no insistiría, así que es lo que voy a hacer, respetare tu decisión.-

-Gracias Sapo Peta.- le sonrió un poco, el mayor se acerco a el y lo abrazo protectoramente.

-Cuidate mucho, Vegetta.- el oji violeta correspondió un poco timido, hace mucho tiempo que no recibía un abrazo de nadie. -Y por favor...- se separó y lo miró seriamente. -Piensa bien las cosas antes de que sea muy tarde.-

-Esta bien...- suspiro mientras se colgaba la mochila. -Gracias por todo, Sapo Peta.- comenzó a caminar a la salida. -Espero verte pronto.- se despidió para después iniciar su búsqueda.






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Comenzó su viaje caminando desde el bosque más oscuro y frío, hasta el desierto más caluroso y desolado, pasando así varios días, días que después se convirtieron en semanas. El estar expuesto todo el día le hacía olvidar por ratos a su amado, pero al caer la noche todos sus recuerdos regresaban a su mente, provocando un sin fin de emociones, las cuales pegaban duro, justo como los fuertes dolores en el pecho que aumentaban cada vez mas. A veces hasta estuvo a punto de regresar y enfrentar a Luzu e intentar regresar con el, pero finalmente jamás lo hizo, ya que este viaje lo había iniciado para dejar que el oji rubí fuera feliz y no tener que sufrir por ello.

Amante amigo ⟦ Luzugetta ⟧Where stories live. Discover now