𝘿𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙮 [𝙇𝙤𝙨 𝙘𝙪𝙡𝙡𝙚𝙣]√

°08°

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Era un nuevo día de Insituto, un día completamente soleado, perfecto para disfrutar afuera conociendo que en forks jamás salía el sol.

Claro que eso era para los demás del pueblo, puesto que todos los Cullen se encontraban en su hogar, cada uno en su habitación.

Cuando era día soleado, nunca salían, siempre se quedaban en su hogar en las sombras, incluyendo a Carlisle.

Aun sigue sorprendiendo a evaline, el hecho de que brillaran como una bola disco le seguía sorprendiendo (y internamente riendo).

Pero se alegraba de que estuviera soleado, podría descansar todo el día, sin hacer nada y no soportar ni a Isabella y ni el mal humor de Edward.

Aunque su atención fue hacia la puerta al escuchar como esta se abría lentamente, sonriendo levemente al ver entrar a Carlisle de esta y con un lindo ramo de Rosas blancas.

—Que lindo gesto, mi lindo doctor Cullen –le sonrió al igual que el a ella.

—Perfectas –sonrió mientras las acomodaba en un florero– son hermosos, igual que tus preciosos ojos

—Tu haces lo imposible amore mio

—¿y eso sería? –le susurro divertido por su apodo.

—Enamorarme más –se río besando sus labios– ¿Que haremos?

—Te apetece un juego de ajedrez

—¿y el ganador que obtiene? –le preguntó divertida.

—Lo que el otro quiera –dijo besando sus labios con rapidez– Pero antes...

—¿Que sucede? –le dijo curiosa.

—Edward me dijo que....

—¿Por mi culpa bella quiere respuestas? –le preguntó mientras interrumpía sus palabras, totalmente molesta, incluso sorprendiendo a Carlisle por su tono– ¿Por mi culpa Isabella sigue preguntando? o ¿Por mi culpa el no puede mantener su boca cerrada?

—Algo así –se río levemente aunque borro su sonrisa al ver que evaline se volvía acostar– ¿Que haces?

—Dormir, cuando deses iniciar la jugada me avisas –dijo mientras agitaba su mano– pero no hablaré de Edward

—Hay que arreglar las cosas –le intento convencer el Rubió llendo hasta su lado.

—¿Que cosas, Carlisle? –pregunto de forma brusca– Me culpa por cosas que el hizo, quieres que arreglamos las cosas, bien, que acepte que el es el único culpable de lo que está sucediendo

El Rubió apretó sus labios mirandola, antes de acercarse más a la cama y recortarse junto a ella, mientras pasaba sus manos por su cintura.

—Te prometo que hablaré con el –le susurro con cariño– Asi que no te enojes conmigo, no me gusta que te enojes conmigo, te daré todo para que dejes de estar molesta –le beso su cuello con amor.

—Eres un manipulador –le acusó sin mirarlo– Pero esta bien, quiero helado

—¿Helado? –pregunto divertido.

—Si, helado –sonrió emocionada haciendo que Carlisle riera– Y que te quedes abrazado a mi mientras vemos una película

—Eso si me gusta –dijo antes de desaparecer unos segundos para luego ya estar a su lado tapado junto a ella y la película ya lista– Que disfrutes