cap 202 (+18)

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En contra de su violento deseo, Kenshin solo la apretó contra él y comenzó a moverse lentamente, ahogando sus gemidos con un sensual beso. Keiko, a su vez, le rodeó el cuello con los brazos, gimiendo suavemente mientras comenzaba a mover las caderas.

Por primera vez, Kenshin hizo el amor lentamente durante tanto tiempo, disfrutando cada momento de unión con esta frágil y sofisticada mujer. Durante los primeros diez minutos de coito, deseaba con locura terminar, pero luego reprimió por completo este deseo, centrándose en las maravillosas emociones otorgadas por la belleza pelirroja.

Keiko, por su parte, no podía contener los orgasmos que le llegaban en oleadas, y de vez en cuando soltaba fuertes gritos. Su cuerpo era atravesado por los más fuertes espasmos de placer, y el coño apretaba más y más fuerte una y otra vez, literalmente queriendo succionar todo el esperma de su pene.

El deseo de correrse dentro del apretado y aterciopelado coño de la belleza pelirroja era simplemente insoportable y eclipsaba todos los demás deseos. Sus manos apretaban constantemente sus muslos blancos y exuberantes, dejándoles distintas marcas rosadas.

Sin embargo, Kenshin concentró toda su fuerza de voluntad y se contuvo. Después del tercer orgasmo de Keiko, de repente abrió los ojos y se dio cuenta de que las dos primeras veces no habían sido producto de su mente. Su cuerpo nuevamente recibió una fuerte carga de vivacidad, y al examinarlo más de cerca, vio un coágulo de chakra concentrado, que se dispersó a la velocidad del rayo por su cuerpo y desapareció sin dejar rastro.

- ¿Estás bien? le preguntó a Keiko con ansiedad.

"Mmmpf... me siento mejor que nunca..." ronroneó suavemente, y de nuevo buscó un beso.

Kenshin aún estaba preocupado por su salud, por lo que decidió no tentar al destino y terminar lo más rápido posible. Agarrando suavemente a Keiko por las caderas, se levantó del agua y comenzó a acelerar el paso.

- ¡Guau! Keiko ronroneó al sentir un ataque nunca antes visto en su pequeño coño. Instantáneamente juntó sus piernas detrás de su espalda y, debido a una sobreabundancia de emociones, se aferró a su cuerpo con las uñas.

Con cada segundo, se movía más rápido y más profundo dentro de ella, haciendo que la belleza pelirroja literalmente chillara de placer. Su gran polla de vez en cuando se estrellaba contra su pequeño útero y enviaba poderosos impulsos de placer a su cerebro.

Menos de un minuto después, Keiko volvió a convulsionarse por un poderoso orgasmo, y lo mordió en el cuello, sin poder detener la abrumadora sensación de placer. Kenshin una vez más sintió una poderosa oleada de chakra que se esparció por su cuerpo, y le dio una enorme carga de vivacidad.

No prestó atención a su mordida, y gruñendo, continuó atacando furiosamente su apretado coño, olvidándose por completo de cualquier ternura. Keiko, por su parte, no mostró signos de disgusto por su ritmo agresivo, y gemía sin parar de placer mientras sacaba los dientes y comenzaba a lamer la herida de la mordedura.

Cada embestida profunda que golpeaba su pequeño útero enviaba una gran cantidad de chispas a los ojos de Keiko y le daba un placer sobrenatural, haciendo que su coño se apretara aún más, literalmente rogando por la impregnación de su gran polla.

Sus deseos extinguidos hacía mucho tiempo y sus sueños de caricias se reavivaron, y la pelirroja se sintió amada nuevamente. Por el momento, su cuerpo estaba en completo caos por la perspectiva hasta ahora impensable de dar a luz.

El olor de Kenshin literalmente la volvía loca, y estando en un estado semiinconsciente, Keiko sintió una gran necesidad de inseminación. Su cuerpo temblaba sin parar en una monstruosa cascada de microorgasmos mientras su coño se apretaba para chupar todo el semen de esa increíble polla.

De repente, aceleró aún más rápido y dejó escapar un fuerte rugido. Sus bolas se apretaron con fuerza y ​​una gran cantidad de esperma espeso brotó de su pene en un torrente tormentoso.

- ¡Uuuuuunnnggh! Keiko gritó y se corrió al instante. Este orgasmo fue mucho más fuerte que la suma de todos los anteriores, y por unos segundos la belleza pelirroja se olvidó de cómo respirar.

Ella solo podía chillar, gemir y convulsionar un poderoso orgasmo. La enorme cabeza de su gran polla se metió en su cuello uterino y la llenó de semen. Sin embargo, había tanto semen acumulado por Kenshin que el útero en miniatura de una mujer frágil no podía soportar tal cantidad, y el semen se derramó en un torrente violento.

Keiko casi se desmaya por el placer y solo podía instintivamente mover su lengua en la boca de Kenshin, gimiendo por los múltiples microorgasmos ante la más mínima pulsación de su gran polla.

Kenshin, a su vez, no experimentó menos placer y apenas podía mantenerse en pie. Además del orgasmo más poderoso, sintió la oleada de fuerza más fuerte, superando a todos los demás, y también apenas pudo concentrarse para ver un coágulo de chakra mucho más concentrado esparcirse por todo su cuerpo en unos pocos segundos.

Durante varios minutos solo pudo quedarse quieto, y respirando con dificultad, acariciando su tierno cuerpo, esperando que finalmente volviera en sí. Su lengua seguía buscando ansiosamente la de Kenshin, y cuando no la encontró, un gemido de disgusto salió de su tierna boca. Kenshin no tuvo más remedio que concentrarse en besar a una mujer completamente cambiada.

Todo el cuerpo de Keiko fue reconstruido en solo unos segundos, e incluso Kenshin no tuvo tiempo de notar que no había rastro de cicatrices serias con costra. Todos los recursos de su cuerpo y vitalidad, así como el límite natural para la división celular, fueron completamente restaurados y Nakayama Keiko se sintió renacer.

"Uuumpf... Qué bueno..." gimió, disfrutando de los brazos de Kenshin. Por primera vez en mucho tiempo, pudo respirar profundamente y no sentir un pinchazo doloroso.

"Realmente fue divino... Eres una mujer increíble, Nakayama Keiko..." Dijo cariñosamente, y besó sus labios color cereza.

Al escuchar sus palabras, Keiko casi saltó de alegría. La hasta entonces olvidada sensación de "mariposas en el estómago" despertó con mucha fuerza, y la belleza pelirroja no pudo contener un destello de alegres emociones. Ella deseaba con locura compartir sus sentimientos y comenzó a acariciar a su esposo.

Solo después de media hora Kenshin logró calmar a la insaciable mujer y romper el apasionado beso. Estaba muy preocupado por su salud y quería saber exactamente qué sucedió durante el coito.

Habiendo salido del agua caliente, la pareja enamorada con especial temor comenzó a limpiarse, terminando todo con el beso habitual y fuertes gemidos de placer.


En el mundo de Naruto con un sistema patriarca part 2Where stories live. Discover now