━𝐵𝑈𝐸𝑁𝑂𝑆 𝐴𝐼𝑅𝐸𝑆 [ Jᴏʜɴɴʏ Lᴀᴡʀᴇɴᴄᴇ ]

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↷✦; 𝚁𝚎𝚜𝚎𝚍𝚊❞

Mi viaje a Estados Unidos había finalizado. Estaba acá por cuestiones de estudio y trabajo, ya que quería finalizar mi último año del secundario y después buscar un trabajo.

Tomé esta decisión para ayudar a mis papás con la casa y demás. Me costó mucho decir que si o que no, ya que iba a extrañar mucho a mi Argentina.

No hay una cosa que ame más que no sea mi país, era una de las cosas más lindas que tenía, aparte mi familia. Iba a extrañar absolutamente todo, las cenas familiares llenas de risas, asado, fernet, cumbia y algún que otro tio en pedo. Que todos los cumpleaños sean razón para hacer una joda y pasar momentos juntos. Iba a extrañar todo de allá.

Pero bueno, todo esto lo hacía por mis viejos, ya que acá había más oportunidades. Así que volviendo al presente, ya estaba bajando del avión con mis valijas y bolsos en mano, yendo a la salida del aeropuerto.

De allí pedi un taxi, pidiendo que me lleve hasta mi próximo destino: Reseda.

El taxista me dejó en aquel lugar, baje junto a mis cosas y me despedí con un "chau" en español. El señor me sonrió al darse cuenta que hablaba español, me sonrió y me saludo con la mano.

Me adentre en esos apartamentos. Este lugar lo descubrí porque una amiga que vivió acá antes me dijo que su familia y ella se habían quedado ahí, que era un buen lugar para vivir un tiempo.

Sin más, me dirigí hacia donde yo creía que era la recepción, pero sólo me encontré a un señor de apariencia asiática, intentando cazar unas moscas con palillos.

-Disculpe señor, ¿Usted tiene las llaves de los apartamentos?- le dije en inglés obviamente.

El ni se movió, solo me se quedó quieto y luego me volteó a ver.

-¿Tu ser la nueva? - me dijo.

-Si- dije asintiendo- ¿Hay algún apartamento libre? - le pregunté.

El miro hacia las llaves, me dio la del apartamento 19.

-Tome- me dijo.

-Gracias señor- le dije.

-Hai- dijo asintiendo.

Me encamine hacia el apartamento con el número 19. Abri la puerta y dejé todo ahí nomas en la entrada, del lado de adentro.

Cerré la puerta y di una leve vista a lo que me rodeaba. No era nada lujoso, pero ese hecho me hacía sentir como en mi casa. Se parecía bastante a mi casa en Argentina, ni bien entrabas podías ver la cocina, que al frente tenía una mesa y cuatro sillas. Más a un costado, había un sillón con un tele bastante defectuoso a la vista, pero no me importó. Luego había un pasillo que te llevaba a tres habitaciones: dos piezas y un baño.

En una pieza decidí instalarme, y en la otra, bueno, por ahora estaba sin uso. Empeze a desarmar las valijas y acomodar mi ropa en los roperos, mientras hacía esto tarareaba "prófugos" de Soda Stereo. Me gustaba mucho esa banda, al igual que intoxicados.

Eso no quitaba que me guste mucho la cumbia, sobre todo la villera. Me traía un montón de recuerdos lindos, de esos que no te olvidas más.

Termine de acomodar mis cosas y decidí salir a anotarme en la secundaria que había acá, para terminar ya que iba a en el último año, por lo que tengo 18.

Pedí un taxi nuevamente y llegue hasta la secundaria, me baje y le dije al taxista si no me esperaba un cachito, que yo iba y volvía. Me dijo que si pero que me apure. Le agradecí y corrí hasta donde crei que era la entrada.

Había conseguido anotarme en la secundaria, me dijeron que mañana ya podía empezar.

Salí afuera a ver un poco el lugar, en el medio del patio había una pileta bastante descuidada, con un cisne inflable en el medio.

Escuche un ruido en el apartamento de al lado, era la puerta del 20 que se abría. Mire y vi a un chico de ojos y pelo marrón salir de ahí, tenía pinta de ser buen pibe.

Me vio y me sonrió, acercándose a mi.

-Hola, ¿Eres nueva? - me preguntó. Asenti- Yo también, soy Daniel, Daniel Larusso, ¿Tu? - me pregunto extendiendo su mano en forma de saludo.

-Belén, Belén Domínguez- le dije aceptando su saludo.

-Belén ¿Que? - me pregunto.

Esto se iba a volver una pregunta frecuente, ya que mi apellido es poco común y difícil de pronunciar acá.

-Domínguez- le dije riendo.

-¿Doumingueiz? - me pregunto riendo igual que yo. Negué con la cabeza- Vaya, es difícil de pronunciar, no eres de aquí, ¿Cierto? -me dijo.

-No, soy de Argentina- le dije orgullosa con una sonrisa.

-Wow, es interesante, me gusta ese país- me dijo asombrado.

-A mi también me gusta- le dije haciendo que riamos juntos.

-Bueno Belu, me tengo que ir, oscureció y mi madre me matara, que descanses bien- me dijo.

-Igualmente Dani- le dije.

Me sonrió y se fue, entrando a su apartamento.

Copie su acción y entre en el mío.

Me detuve a pensar que no había comprado comida. Bueno, no pasa nada, como mañana como chancho y listo- pensé.

Me acoste a dormir sin más, pensando en la tortura que va a ser hablar inglés todos los días.

De pensar y pensar, me quedé totalmente dormida, en un profundo sueño.

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