-¿Cómo estás, Aila?

Preguntó Landon con suavidad, pero yo no respondí, no tenía fuerzas, y Lillie lo notó y por eso respondió por mí, y se lo agradecía enormemente.

-Está mal, casi no durmió en toda la noche, está muy preocupada por Maxwell, Leahnor y yo tratamos de darle ánimos, pero no funcionó mucho que digamos

-Les confiezo que yo también estoy muy mal, ¿se imaginan que Maxwell no aparesca? -Esa pregunta de Donnan me intranquilisó nuevamente.

Mi respiración se aceleró de solo pensar en eso, mis manos empezaron a sudar y mis piernas a temblar, mi madre me abrazó mientras acunaba mi rostro entre sus manos.

-No Donnan-dijo con firmeza Henry- Yo no quiero ni pensar en eso

-Además, la policía ya está investigando y están buscando en los alrededores de una cafetería qué está cerca de la empresa, fue uno de los últimos lugares donde vieron a Maxwell -comentó Landon.

-No, es que yo no me voy a quedar aquí sin hacer nada

Dije a la vez que me levantaba del sillón y cogía las llaves del auto, para luego encaminarme a la salida, los chicos me siguieron atentos.

-Aila, ¿a dónde vas? -preguntó preocupada mi madre.

-A buscar a Maxwell

-No hija, eso es un asunto de la policía, por favor no te metas en eso

-Yo no me voy a quedar aquí, mientras que Maxwell está desaparecido, tengo que hacer algo mamá

-No voy a permitir que vayas sola a ningún lado, estás delicada de salud -volvio a decir mi madre, un poco alterada.

Me subí al auto con rapidez, importándome poco lo que mi madre me estaba diciendo.

-No te preocupes Leahnor- dijo Landon- Donnan, Samuell y yo iremos con ella, ustedes quédense aquí y nos habísan si la policía informa de algo, ¿está bien?

-¿Qué otra opción tengo? -preguntó resignada.

Los chicos subieron al auto y yo arranqué en dirección a la cafetería que había mencionado Landon. Yo no me iba a quedar sin hacer nada, claro que no.

Varios minutos después llegamos a la cafetería y le preguntamos a la encargada, pero no pudimos encontrar nada que nos dijera dónde podría estar Maxwell.

-¿Están seguros de que está es la cafetería donde vieron a Maxwell por última vez? -pregunté un poco angustiada.

-Sí, la policía me lo dijo ayer cuando los llamé para más información -dijo Landon.

-Si bueno, pero ya preguntamos y dijeron que no sabían nada -opinó Samuell.

-Bueno, pero tal vez lo asaltaron y lo dejaron por aquí -susrré.

-Sí, busquemos mejor por los alrededores, tal vez encontramos algo -propuso Donnan.

Y así lo hicimos, nos dispusimos a buscar cerca de la cafetería, preguntando a las personas e incluso mostrándoles una foto de él.

El tiempo se fue súper rápido y aún no habíamos encontrado nada, no podía ser posible que nadie lo hubiera visto, Maxwell no pudo haber desaparecido de la faz de la tierra sin dejar algún rastro.

-¿Creen que podamos encontrar alguna pista? -pregunté desesperada- Es que ya llevamos mucho tiempo buscando y nada

-No te estreses Aila, hay que tener paciencia -dijo Landon.

Dejamos de hablar cuando entramos a un callejón, el cuál estaba muy oscuro para mí gusto y eso que aún era de día, así que Donnan y Samuell encendieron la linterna de sus celulares y alumbraron el camino.

De repente, un olor a podrido me invadió y mi respiración se entrecortó al ver el auto de Maxwell al final de este callejón, estrellado contra la pared, temí lo peor y no lo pensé dos veces antes de correr hacia ahí, desesperada, con los chicos pisándome los talones.

-¡Maxwell! -grité.

El auto se veía vacío, pero una de las puertas abiertas y dentro en el sillón del piloto, estaba el cuerpo muerto y en plena descomposición de León, la mano derecha de Maxwell. Las lágrimas no tardaron en salir,.y me llevé una de mis manos a la nariz, tratando de suavidad el terrible olor que salía de auto.

¡Dios Mío!, Si León estaba muerto, no quería ni imaginar, lo que le podían haber hecho a Maxwell.

De pronto, mi atención se fue a los hacientos de atrás, y ahí estaba su celular, lo iba a tomar cuando Landon me cogió de la mano y me apartó del coche antes de que tuviera algún contacto con este.

-No, Aila, no lo toques

-Ahí está su celular, Landon

-Ya, pero no toques nada, hay que esperar a la policía

Asentí con la cabeza mientras que Samuell tomó su célula y le marcó a la policía, ellos dijeron que en unos minutos estarían ahí, que mantuviéramos la calma, pero mi corazón no podía estar tranquilo y menos después de ver al chófer muerto.

-¿Dónde estás, Maxwell

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