—¿que hace usted aquí? ¿Quien le ha dado la dirección de mi casa? Por favor váyase de aquí—

—podrías solo dejarme explicarte...—

—señor márchese por favor no quiero tener problemas ya le he dicho—

—¿tiene pareja usted?—

Traté de ver hacia adentro pero ella me lo impidió

—¿que? N-no tengo pareja simplemente quiero que se marche—

Como siempre arisca cerró la puerta quedando fuera y la brisa la golpeó se abrazó así misma

—toma mi abrigo cúbrete—

—no hace falta estoy en mi hogar y de no ser por usted no tendría frío ¿no le han dicho que no puede ir a las casas de las personas si no lo han invitado?—

Solté una carcajada en cierto punto ella tenía razón pero tenía que advertirle sobre lo que había hecho y de paso hacerle una propuesta que no sabría cómo ella tomaría pero en el momento que violeta fue hasta mi con la insistencia de querer mi perdón y la insistencia de mi madre en que me casé con ella sin obviar que su madre también fue a casa con la misma idea lo único que hice fue salir del paso así que solo tenía una opción.

—¿Isabella puedo entrar?—

Sus ojos se abrieron de par en par no supo cómo reaccionar solo terminó alarmándose

—no lo puedo dejar pasar a mi casa señor, no acepto visitas y el simple hecho de que sea usted rico no significa que confíe en usted, hágame el favor y...—

—Isabella Isabella detente, si no quieres esta bien lo entiendo ¿pero podemos ir a tú cafetería? necesito platicar contigo es un tema muy importante podría incluso cambiar tu vida solo escúchame y si después de esto no quieres verme nunca más en la vida pues te prometo que voy a desaparecer—

Chasqueó la lengua entro  a casa y cerró la puerta dejándome confundido pasaron tres minutos y suspiré caminando hacia el coche con cero esperanzas pero un carraspeo me hizo voltear

—y no se acostumbre a venir a molestarme con que quiere café a esta hora, en otro momento—

Abrió la puerta ella misma sin darme chance y se subió colocándose el cinturón sonreí y caminé hacia el coche

Una vez llegamos iba abrir la puerta pero no se lo permití baje y abrí la puerta del coche para ella

—ahora si puede bajar señorita—

Me dio una mirada de mala gana y caminó hacia la puerta de la cafetería buscando la llave que abría aquel cerrojo entrando velozmente y yo siguiendo el paso

—tome asiento mientras preparo algo caliente—

Colocó el delantal mientras yo tomaba asiento cómodamente y me dedicaba a observarla sin pestañear, no sentía atracción por ella en lo absoluto ni me gustaba, de hecho no es mi tipo de mujer pero tenía algo que no sabía como descifrar y quería saber que era

—has tomado tu decisión bruno, no es momento de que eches para atrás—

Unos minutos después llegó con dos tazas de chocolates y malvaviscos colocándola frente a nosotros

—y bien señor bruno ¿que era tan importante que hizo que usted tenga la necesidad de juntarse conmigo a estas horas?—

Tomé la taza di un sorbo sin dejar de mirarla y pregunté

—Isabella ¿cuál es tu mayor sueño?—

Frunció el ceño no entendía porque le hacía esa pregunta en lo absoluto, tal vez solo pensaba que estaba loco o que fui a molestarla solo para hacerle preguntas tontas o que era algún intenso, pero miró todo el lugar con esperanzas en sus ojos

—algún día quiero hacer este lugar más bonito poder verlo crecer y tener más clientes ¿por qué me pregunta usted eso? No creo que ese haya sido el motivo de su visita—

Me mordí el labio inferior por la idea tan descabellada que a mi mente había llegado

—tiene usted toda la razón ese no fue el motivo pero no veo nada de malo en hacer esa pregunta ¿o le ha causado incomodidad?—

—no, no lo hace—

—eso creí ¿que está dispuesta hacer por lograr que este lugar sea mucho mejor?—

Una tos se apoderó de ella haciendo que caiga a la mesa un poco de chocolate trate de ayudarla a recomponerse y me levante de la mesa busque una toalla a la cocina mientras ella se recuperaba

—¿estás bien?—

Pregunté algo preocupó por la reacción de ella pasó la mano por sus labios y se quedó mirando fijamente hacia la mesa pero no me miró a la cara en ningún momento de hecho nunca lo hacia tomé asiento y no dejé de mirarla

—¿por qué me hace usted esa pregunta? ¿Me va a ofrecer dinero a cambio de que le de sexo?—

Este vez fui yo quien escupió el chocolate y tuve un gran asombro mientras mis ojos se abrían de par en par

—¿me he dejado ver como un hombre indecente o que le he mostrado cosas fuera de lugar señorita Gutiérrez?—

Negó con la cabeza y afincó los codos sobre la mesa cubriendo su rostro algo colorido por la vergüenza

—lamento que mis palabras no hallan sido las correctas yo, ehh...—

—no tiene que preocuparse al parecer hay hombrea si así se les puede llamar que le han hecho este tipo de propuestas entiendo que me haya mal interpretado—

—pues algo así—

Asentí pero me dejó con dudas, su rostro cambió a tristeza como si se removió algún recuerdo de su vida, cambié el tema y no perdí tiempo en hablar nuevamente

—aceptó las disculpas ahora bien no ha respondió los pregunta ¿que estaría dispuesta hacer por mejorar este lugar y su vida?—

Se rascó la nuca con algo de dureza como si no supiera que respuesta darme

—bien, creo que no sabe que responder la llevaré de vuelta a casa y luego que...—

—si se, estoy dispuesta a... a buscar a alguien que me preste más dinero así remodelaría todo el lugar y cuando las personas vengan que se que serán muchas entonces yo le pagaría y...—

Hablo con tanta emoción sin saber cómo funciona el dinero realmente y los negocios, era dura pero a la misma vez tan ingenua se dejaba ver con un corazón tan noble que caer en manos de personas equivocadas la dañaría, no se de donde había salido esta mujer pero era tan distinta a lo que alguna vez mis ojos habían visto. Cruce mis piernas chasqueé la lengua y alce una ceja mientas hacía sonidos con mis dedos sobre la mesa, el silencio nos inundó unos minutos no era incómodo para mi pero para ella podría jurar que si.

—¿con que seguridad usted cree que si remodela este lugar vendrán más clientes y no se irá a la quiebra? ¿Si lo llegara a remodelar pero los clientes aún así no vienen con que le pagaría a la persona que le dio el préstamo?—

Tomó un largo sorbo de chocolate y me miró directamente a los ojos antes de responderme

—no lo sé con exactitud no puedo darle seguridad de que me ira bien pero se que puedo lograrlo incluso su padre empezó de cero y hoy en día es un magnate además mi café es muy sabroso...yo tengo esperanza de que saldré adelante todo depende de mi no puedo dar marcha atrás—

Había seguridad en sus palabras nada la hacía dudar aunque traté de hacer que dude no le importo simplemente está decidida a lograrlo es el primer paso para ser grande en la industria.

Millonario $in escrúpulos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora