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Me encontraba en el campamento de entrenamiento de la sub-20. Hoy Sae se presentará ante el equipo y debía de estar ahí.
Sentía un fuerte dolor en mi rodilla derecha pero no le preste atención, siempre me daba esa pequeña molestia desde que tengo uso de razón pero más que todo cuando me excedo en el entrenamiento.
El entrenamiento de hoy fue muy pesado, mis piernas no paraban de temblar en cada paso que daba y la pesadez en mi cuerpo, solo deseaba llegar a mi casa y poder dormir.
Ya solo faltaban dos días para el encuentro con Blue lock.
Y hasta ahora deciden presentar a Sae en el equipo. Los únicos que Sabian la participación de sae en este juego era Aiku y yo.
— Hola chicos. — Saludé
Los chicos estaban sentados en fila, todos me devolvieron el saludo y me dispuse sentarme junto con Oliver. No veia a sae por ningún lado pero sabía que estába aquí ya que este chico Shido también estaba presente.
— Ya que Brigitte llegó comenzaremos — la voz de houchi yasumori se hace presente en el salón — Cómo ya saben el partido será en dos días. Ustedes forman parte del equipo nacional Sub-20, aquellos elegidos por el bien de la victoria — dice entusiasta — Y el más esperado, la nueva adición de nuestro equipo Itoshi Sae.
Sae sale detras de el con las manos en sus bolsillos y su rostro inexpresivo, cómo Siempre.
"Es real"
"Tan genial ¿¡Enserio jugaremos con el!?"
Sendo chasquea la lengua con fastidio al oír los comentarios del resto—¿ Eso creen? Solo luce como un pequeño príncipe consentido para mí.
La atención de todos recae en Shido, que estaba en la fila detrás que la de Sendo sacándose los mocos, hago una mueca de asco cuando lo miro.
— ¿Y el quien es? — preguntan.
— Que se yo, acompañante de sae supongo — contesta Sendo.
— Ya cállense y dejen escuchar — reprendi
— Cómo saben nos enfrentaremos contra Blue lock y ustedes deben mantener la dignidad de la Sub-20. — prosigue yasumori — Perder está fuera de discusión — se dirige hacia sae — ¿Algunas palabras para el equipo?
— Den gracias de jugar fútbol conmigo. — se limito a decir
Suspiro con desdén, ya empezó.
Cómo era de esperarse sendo no pudo callarse el hocico y comenzó a discutir con sae. Ignoro pequeña disputa entre esos dos y recuesto mi cabeza en la mesa y cierro los ojos. Pude haberme quedado dormida de no haber sido porque escuché un golpe en seco y un quejido de dolor, rápidamente vuelvo a mi posición inicial y me fijo que shido había estampado la cabeza de Sendo contra la mesa en un golpe.
