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—¡Ahhhhhhh!, ¡papá Slendy! —se escuchó un gritó agudo, la más pequeña entre los creepypastas despertó de su siesta en un lugar oscuro, tirada en el piso y sin su pequeño osito de peluche rodeada de persona, de manera obvia, se asustó.
—¡Sally! —se escuchó un nuevo grito, esta vez no era una sola persona, realmente eran todas las demás personas ahí.
—Sally, ¿te encuentras bien? —pregunto Jane mientras se acercaba a la pequeña. —¿Te lastimaste? —.volvio a preguntar.
—No me lastime, solo me asuste, ¿donde estamos? —su última pregunta regresó a todos a la realidad, por prestarle atención a Sally olvidaron que estaban en un lugar totalmente desconocido, parecía un cine, con la diferencia de los asientos, los cuales eran camas.
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—Operador, Toby, Masky y yo ya rodeamos el lugar, no hay salidas, arriba hay bocinas y hay un proyector ahí —hoody reportó lo que encontraron mientras apuntaba al proyector. Todos se quedaron en silencio, si aquellos 3 no habían podido encontrar una salida, era porque realmente no había ninguna salida. —parece que nos invocaron, el problema es que literalmente nos invocaron a todos al mismo tiempo —“peinó” con la mirada a sus compañeros, crispandose cuando vio a cierto demonio.—Invocaron a Zalgo —. Susurro lo último.
Slenderman quien escucho todo lo que decía su proxy con atención volteó la mirada hacia donde veía su proxy.
—Zalgo —asintió a manera de saludo ante el demonio.
—Slender —retribuyó al saludo —supongo tú también te diste cuenta que no podemos salír —dio un comentario al aire alertando intencionalmente a los demás en la Sala.
—Así es, desde que desperté aqui intenté transportarnos a la creepyhouse, me fue imposible, esta habitación tiene algún tipo de conjuro que anula mis poderes, supongo anula los tuyos de igual manera —.
