Catástrofe

6. Amargos sueños ( 3/3 )

Cloud ahora tiene una familia completa a la que amar. No solo eso, sino que también tiene a sus hermanos con el que comparte su aventura. Aunque la mayoría de las veces eran atrapados por los Paw Patrol. La diversión que provocará sus travesuras hacía que valiera la pena ser castigados.

Los gatitos ahora estarían juntos todo el tiempo, viendo las cosas desde una perspectiva única. Humdinger estaba contento de que Cloud era parte del equipo catástrofe.

El hecho de que los 6 gatos y vieran juntos hizo que eso fuera aun mejor. Los gatitos siempre mostrado su afecto a través del contacto. Ya sea abrazándose Los gatitos eran inseparables desde entonces.

Y Cloud nunca quería salir de eso. Esa pequeña felicidad era un esperanza para seguir. Y ella pudiera hablar y pedir un deseo. Sin duda alguna sería la de nunca despertar de ese sueño. Ella no quería despertar. Sabía que aún que fuera un sueño, aquí era feliz. Y a despertar esa felicidad se iría.

Fue entonces cuando comenzó a sentir un dolor en los pies. Comienzo a retorcerse. Y todo lo que estaba viendo comenzó a desvanecerse. "¡MEOW-MEOW!" Suplicó Cloud. "No quiero despertar. No quiero despertar". Pensaba la pequeña gatita.

Fin del sueño de Cloud

Es normal sentir ira cuando muere alguien de cuyo cuidado te habías hecho responsable. Por ejemplo, si tu amigo muere en ell mar por una operación que tu aprobaste, probablemente te enojarás porque no te informaron sobre la condición del mar antes y podrías haberlo impedido. Sin embargo, no es saludable aferrarse a esta ira durante mucho tiempo. En su lugar, debe trabajar a través de sus emociones hablando con alguien acerca de cómo se siente y expresando su enojo hacia aquellos que causaron la muerte de su ser querido.

sueño de Bolt

Cuando era un gatito llamado Bolt. El se escapó de su casa original por maltratos de su dueño. El nunca olvidaría cuando el maldito de su dueño lo maltrataba.

Bolt recordaba la forma en que su dueño le gritaba y lo golpeaba con los puños y los pies.

"¡Recuerda que sin mi eres nada!" Esas eran las palabras que siempre gritaba. Y por mucho que Bolt suplicaba, el desgraciado, perro, maldito nunca se detuvo.

El dueño despreciaba a Bolt cada vez que lo veía, incluso hasta el punto de tirarle comida envenenada en el suelo como si fuera una rata.

El dueño no le mostró algo de amor, no le dio cariño ni mimos. El maltrato de su dueño dejaba a Bolt asustado y triste. Sin embargo, a pesar de todo el maltrato, Bolt seguía siendo leal a su dueño.

Siempre estaba esperando por él sin importar cuánto tiempo tardaría en regresar. A pesar de la desconfianza que el dueño le mostraba, Bolt seguía confiando en él. Era una relación tormentosa en la que el dueño maltrataba a Bolt con regularidad. No importaba cuántas veces Bolt soportara el maltrato, ese hombre nunca paró de maltrato lo.

Aunque eso llegaría a su límite con un trágico día. Aunque el evento sucedió de noche.

Esa noche el dueño llegó hervido. Intoxicado por la cerveza. Con la depresión a su más salto nivel. El día de hoy había sido despedido de su empleo. Y para terminar de rematar su novia lo habia cortado. Para desahogar su dolor decidió refugiarse en el alcohol. La fiesta estuvo buena para el. Aunque para Bolt eso se convertiría en un infierno en vida.