•' 💠One-Shots💠 🧪Dottore🧪 x Reader '•

🌹 •Suavidad• 🌹 [Pedido]

— Gra-gracias... yo- cof! — Agradeciste sin aliento volviendo a toser.

Estuviste recuperando el aliento por un rato más, ambos estaban empapados, el viento empezó a soplar con más fuerza. Jadeaste empezamos a temblar, el té vio con frío, miro de un lado a otro buscando algo.

Se paró buscando varias cosas, lo miraste débilmente mientras temblabas cual conejo, juntaste fuerza notando como habían varias frutas sobre el agua. Buscaste a tu alrededor algo que te ayude a tomarlo, viste un palo a un lado tuyo, lo tomaste y atrajiste la comida a la orilla, tomaste la fruta secándola con tu húmeda ropa.

— "Esto es suyo..." — Pensaste abrazando aquellos objetos.

Sentiste una leve brisa caliente, volteaste notando como el chico empezó a hacer una fogata por el frío, se paraste con torpeza, caminando insegura hacia el, te sentaste a un lado suyo dejando cerca la fruta en el fuego para que se secaran más rápido evitando que se cocinen.

— G-graci..as.. — Te disculpaste mirando y jugando con tus dedos.

El negó con la cabeza, mirando al fuego unos instantes para luego mirarte a ti, no entendía la razón de porque te salvó pero había notado algo extraño en ti, tu temblor, tu forma de actuar. Había algo inusual en tu persona.

— Soy Zandik, cual es tu...nombre? — Se presentó mirándote con detenimiento.

— Xi...x-xienna... — Respondiste bajando más la cabeza.

— Xienna..., que hacías rodeada de leones? — Cuestiono.

— Bus- caba..comida y me l-los encontré en e- e- el camino... — Explicaste entre tartamudeos.

El frío no ayudaba a tu condición, te abrazaste a ti misma en tu propio temblor buscando calmarte, buscando más calor de lo que te daba la fogata.
El niño a tu lado lo noto, con cuidado rodeo tu cuerpo atrayéndote hacia el.

Jadeaste asustada empezando a temblar sin más, pequeñas lagrimas se desbordaron por tus ojos por su acción. Se apoyó sobre el árbol par a que te acostaras sobre él con más comodidad.

Querías huir, querías llorar más fuerte, estabas a punto de salir corriendo llena de cobardía y miedo pero su voz te hizo cambiar de idea.

— Si t quedas cerca mío no tendrás tanto frío...no voy a lastimarte — Te explicó acariciando tu pequeño cuerpo tratando de calmarte.

Tragaste en grueso dejando salir más lagrimas, te aferraste a él con descaro, dejando que tus fuertes espasmos se los lleve su calor corporal pese a estar mojado por al agua.

Inevitablemente te quedaste dormida siendo acogida por sus pequeños brazos, él con cuidado acarició tu cabello, eras muy extraña. Tu comportamiento era único y exagerado pero no era actúale o a propósito, salía por si solo, y tus coloridos ojos heterocromicos, negro y dorado, un juego de colores inusual sumando tus cabellos blanquecinos y tus albinas pestañas.

Desde ese día ambos se hicieron inseparables, el té cuidaba incluso del mismo viento, de cualquier entidad mientras abacial sus días llenos de vida con tu torpeza. Trabajaron en conjunto el resto de sus vidas sin dejar que nadie se interponga o cortara sus lazos.

— No haz cambiado desde el día que te encontré — Sonrió acariciando tu espalda.

Soltaste una risilla llenaste de nostalgia, poco a poco tus lagrimas dejaron de salir apagando tu llanto, dejaste de sentirte abrumada al deja que tus recuerdos junto al hombro que te abrazaba te guiarán.