Hadassah, nisheret iti

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"Hadassah, nisheret iti", con estas palabras comienza esta leyenda.

Cuenta una vieja historia del Antiguo Oriente Próximo que una mujer de mediana edad, de nombre Hadassah, se había enamorado de un joven herrero que acostumbraba a cortejarla cuando la veía pasar. Fascinada por las miradas y las palabras dulces de aquel apuesto muchacho en la flor de la juventud, Hadassah comenzó a ver a su esposo, un hombre mayor que ella y más encantado por el vino que por la mujer, como un obstáculo en el camino hacia nuevo amor.

Una mañana, decidida a ser libre para el herrero, Hadassah degolló a su concubino y, mientras se desangraba sobre el suelo, dominada por la ansiedad y la necesidad de estar entre los brazos del otro, comenzó a desmembrarlo incluso antes de que su cuerpo terminara de convulsionar.

Por la tarde, con el pecho hinchado de amor, fue hasta la casa del herrero, mismo lugar en donde este trabaja, para decirle que finalmente podrían estar juntos, sin embargo, grande fue la sorpresa cuando vio a su amado besando otros labios que no eran los suyos. Huyó, acometida por un llanto incontenible.

Esa misma noche llamaron a la puerta del herrero, cuando abrió, vio de pie a Hadassah; tenía los ojos rojos de tanto llorar y los labios cortados de tanto mordérselos. Sin decir nada, la mujer lo empujó hacia el interior y, tan rápido como tuvo el cuello del hombre al filo de su cuchillo, lo abrió dejando correr la sangre como los las lágrimas de ella en ese mismo instante. "Hadassah, nisheret iti" le dijo él, agónico, antes de que sus ojos se desorbitaran y de su boca abierta no brotara ya ni un mínimo hálito de vida.

En la cabeza de ella resonaron aquellas últimas palabras del muchacho, "Hadassah, quédate conmigo", y, aunque no entendió por qué le había pedido aquello en ese momento, decidió seguirlo a la muerte, por lo que se cortó el cuello sobre el cuerpo inerte de su joven amor.

Dicen que Hadassah nunca lo siguió al más allá, que su espíritu corrupto deambula con el cuello abierto por este plano terrenal y que, a cualquier persona, sea hombre o mujer, que pronuncie estas palabras, "Hadassah, nisheret iti", lo buscará en la noche para reclamar su amor eterno... o cercenarle la garganta.

También dicen que si logras que alguien más lea o pronuncie las últimas palabras del amado, ella, si tienes suerte, vaya por esa otra persona en lugar de ti.

"Hadassah, nisheret iti", ¿cuántas veces lo repetiste?

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2023 ⏰

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