capitulo nueve: Sunfyre

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A la edad de diez onomásticos Aegon era el dolor de cabeza de las doncellas y servidumbre del palacio, en rey desde que su hijo cumplió los diez había cambiado de guardia tres veces, pues hasta ahora no había encontrado alguien que pueda seguirle el ritmo a su príncipe.

Viserys tenía que encontrar ya a esa persona, pues Rhaenyra estaba a sólo dos días de llevar a Aegon a Dragonstone donde por fin el príncipe tendría lo que tanto pidió, un lazo con su propio dragón, aquello era lo que todos temían en el palacio, el príncipe era tan escurridizo que no les sorprendería ver a Aegon más en los cielos que en la tierra.

El rey, antes apodado el rey joven, está escuchando a Helaena divagar en sus sueños, la princesa hablaba sobre el mar, una unión, un enorme azul que la llamaba. En fin cosas que para él probablemente no tenían lógica, ni orden, muy consiente de que para su hija si las tenían, actualmente Rhaenyra buscaba en libros, formas para ayudar a Helaena a entender sus propios sueños y controlar estos, hasta que su hija mayor encuentre respuestas, Viserys no tenía problemas con escuchar a Helaena hablar todo el día.

La princesa de ocho onomásticos tenía una araña caminando por sus manos, y aunque muchos les parecía inadmisible  para él era divertido, confiaba en su hija, Helaena no era tonta, ella jamás se acercaría a algo que sabe le hará algún mal, por eso nunca le quitaba a sus amigos insectos.

"Papá, Rhaenyra dijo que cuando cumpla la edad, también podré subir a un dragón" Viserys asintió, pronto noto que en vano pues Helaena no lo estaba viendo.

"Así es dulce princesa" Helaena lo miro con aquellos ojos lilas curiosos.

"Rhaenyra es la jinete de Dragón más joven que existe ¿por qué debemos esperar?" Aquello era una buena pregunta debía admitir, no podía decir a su hija que Rhaenyra en realidad se había subido y montado a Syrax porque no sabía que aún no podía hacerlo.

"Bueno Rhaenyra siempre fue imprudente" Helaena miro a su padre confundida, pero acepto las palabras de su padre y siguió jugando.

Cuando Lord Hand fue anunciado, Viserys llamó a la cuidadora de Helaena para que se la lleve.

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En el campo de entrenamiento Harwin ayudaba a Aemond en su manejo de armas, el pequeño príncipe a la edad de seis años ya había comenzado a entrenar.

"Mi príncipe, su espada está mal posicionada, eso dificulta su manejo" Harwin le mostró al pequeño como agarrar esta correctamente la espada.

"Cuando sea grande quiero ser caballero, como usted y mi primo Laenor" Harwin sonrió con ternura.

"Estoy seguro que lo será, mi príncipe" siguieron entrenando juntos, se detuvieron solo cuando Aegon bajo gritando todas las escalinatas.

"¡Me voy!" Anunció feliz el príncipe mayor a su hermano.

Rhaenyra apareció detrás de Aegon la princesa caminaba tranquila detrás de su hermano, por un momento dejando su felicidad, Aegon se acercó hasta ella ayudándola a bajar las tres últimas escalinatas.

"Gracias Aegon" Rhaenyra le sonrió a su hermano, la princesa estaba encinta de su tercer bebé, ya tenía unas cuatro lunas y todos los hombres presentes en su vida la ayudaban en todo, Aegon y Laenor no dejaba que haga nada, su hermanito se había convertido en su sombra, todos en general cuidaban mucho de ella.

Se despidió de Aemond con un beso en la frente y subió con Aegon al carruaje que los llevaría hasta el pozo del dragón, donde junto a Aegon darían vuelo hacia Dragonstone y volverían cada uno con su propio dragón.

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