𝒐𝒐𝒗𝒊𝒊...★

Depuis le début
                                    

Messi de 1,70 metros queriendo pelear con las jirafas de Holanda hizo que a Luisa casi le saliera humo por las orejas, ya que si a los otros se les ocurría ponerle una mínima mano encima al capitán ella estaba autoconvencida de que iba a bajar a la cancha a darles con un fierro.

Removió la cabeza por lo que acaba de pensar. ¿Era solo por qué lo quería sano para el resto del mundial, verdad? Sisi, por supuesto, no porque le interesara él en lo absoluto.

Ante el segundo gol, Luisa quedó con la boca abierta al ver a un Lionel Messi haciendo el topo gigio en referencia a Juan Román Riquelme, y como bostera de alma y cuerpo, sintió que casi llora de la alegría por un momento.

Pero el pelado de arbitro tuvo la idea celestial de añadir 10 minutos cuando desde la opinión de ella no era para dar esa cantidad.

—Cuando lo vea al cornudo del árbitro le voy a bajar todos los dientes de una piña. —Murmuró al ver que los habían empatado en el último minuto y que tenían que ir a alargue.

Como no había pasado una verga en todo el alargue tocó ir a penales. Luisa le rezó a dios, a la virgen, a Jesús, al machito del diego y a cualquier santo posible para ganar los penales porque al estar en cuartos de finales se jugaban una posible eliminación. Ese día el destino extrañamente la quiso y Argentina terminó el partido resultando ganadora mientras corrian gastando a los holandeces.

—Me llenas de orgullo, enano. —Lloriqueó al ver como Leo se acercaba a todo el equipo técnico de países bajos a decirles bocones.

Sintió lagrimas y una felicidad extrema cuando por fin terminó. Ella pensaba que no era justo hacer sufrir así a todo un país pero por fin todo había acabado y estaban en semifinales, otra vez.

—Lu, ¿Estás llorando? —Preguntó Enzo cuando la vio en donde siempre se colaba para verlo después de los partidos.

Ella corrió para abrazarlo con mucha mucha fuerza y llorar sobre su hombro.

—¡Patea bien al arco para la próxima, pelotudo! —Las lagrimas hicieron reír a Enzo que le devolvió con mucho cariño el abrazo a su amiga.

—Resultaste bien maricona, ¿eh? —Le limpió la cara mojada con el dedo mientras sentía una mirada pesada como elefante mirarlo a lo lejos.

Unos estruendos desde el fondo hicieron que ambos quisieran mirar que pasaba y era el número 19 de Países bajos queriendo molestar a Messi, que ya lo venía provocando durante todo el partido previamente.

—You don't talk to Messi. —Le dice el kun para que no se acercara a Lionel mientras que otros jugadores también se acercan para alejarlo.

—¿Qué mira', bobo? Anda pa'lla, bobo, anda pa'lla. —Dijo enojado el 10 desde lo lejos pero al otro pareció no importarle.

Luisa pudo ver que se abrió paso entre los demás e iba a buscarlo, y como no lo pudo permitir, se puso en el medio del camino para impedirle el paso.

—Aléjate de Lionel. —Murmuró como un perro con rabia cerca de la jirafa de casi dos metros desde el piso. —Me vas a tener que pegar para pasar.

Messi sonrió apenas al ver la reacción de la rubia.

—Luisa, Luisa, vamos... —Dijo Enzo tomándola de la cintura y cargándola como una nena chiquita mientras los otros lograban alejar al 19.

—¡Soltame que lo voy a hacer cajeta a ese hijo de re mil puta!

La puso contra la pared en un lugar donde casi no había nadie y la tomó de los cachetes con confianza para que lo mirara.

—Cálmate un toque, wacha.

Ella veía que todo de la nada quedaba en silencio y que el chico aún apretaba los dedos contra su cara mientras la presionaba contra la pared. Hasta que todo quedó lo suficiente incomodo que lo obligó al chico a alejarse.

THE MAN ★ l. messi Où les histoires vivent. Découvrez maintenant