El tiempo es el que es

00. Ayer, hoy, mañana.

Escribo estas líneas escuchando a clásicos de nuestra música, diferentes estilos pero mismos sentimientos. Nacha Pop, Mecano, Danza Invisible, Radio Futura, Alaska y Dinarama, Celtas Cortos, Los Suaves...

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Eso depende de cada percepción, lo que podemos tener claro es que el tiempo es el que es.

Podría cambiar mucho la historia si Lope de Vega hubiera embarcado en otro navío de la Armada Invencible y hubiera terminado fusilado como lo hicieron otros cientos de soldados, antes de escribir toda su obra y, ¿os imagináis lo que sería el Siglo de Oro de nuestra literatura sin él? Como bien dice Irene Larra, uno de los personajes de esta novela, sin Lope, nuestro Siglo de Oro no hubiera llegado ni a Siglo de Plata...

Esta novela la concibo como un fanfic de El Ministerio del Tiempo, escrito desde todo el cariño que le tengo a esta serie, guardando personajes imprescindibles, situaciones, misiones, y tratando de mostrar las personalidades y evolución de cada individuo tal y como yo las percibí al sentirme atrapada por este secreto de gobierno tan bien guardado.

Las máquinas del tiempo no existen, lo que existen son las puertas del tiempo. Cada funcionario de este Ministerio ha sido reclutado por motivos totalmente distintos pero todos tienen algo en común: hay o ha habido una carencia en su vida lo suficientemente grande como para poder dejar esa realidad atrás y dedicarse en cuerpo y alma a este Ministerio.

Los fans y conocedores de esta serie de gran culto pueden percibir guiños muy claros en cuanto a estilo y situaciones, como ya he escrito arriba, pero trataré de exprimirme todo lo posible para aquellos que antes no han tenido ningún tipo de noticia sobre este Ministerio. Explicaré todo lo necesario para que podáis entender en qué tesitura se pueden ver envueltos los personajes.

Para terminar, la principal misión del Ministerio en general es tratar de preservar y conservar la historia tal y como viene escrita en los libros, tratar que nada cambie el rumbo y destino de nuestro país.

Espero que disfrutéis tanto como lo hago yo escribiendo todo esto.

Chicos, esto no es nada. Dejadme que os presente a los demás.