nico otamendi

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La pava eléctrica sonó dando a entender que el agua para los mates ya estaba en su temperatura perfecta, y casi el instante el tono de llamada de tu celular empezó a sonar

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La pava eléctrica sonó dando a entender que el agua para los mates ya estaba en su temperatura perfecta, y casi el instante el tono de llamada de tu celular empezó a sonar. Era Nicolás, asumiste que llamaba porque estaba afuera de tu departamento.

A Nico lo habías conocido hace unos dos años en una fiesta en Argentina, y habían pegado especial onda cuando le dijiste que vivías en Portugal, pero estabas visitando a tu familia en tu país, al igual que él. A partir de entonces cada tanto se juntaban en Portugal, para ambos era muy agradable poder pasar tiempo con alguien que hablara español y que compartía la cultura y sangre argentina, como para seguir conectados a su hogar. Por ello siempre se juntaban a tomar unos mates y ponerse al tanto de todo lo que había pasado en sus vidas durante el tiempo que pasaban sin verse.

Esa tarde era una de esas ocasiones que apreciabas tanto. En parte porque Nicolás era una persona muy divertida y siempre tenía las mejores anécdotas para contar. Y por otra...era bastante agradable a la vista, y no podías negar la atracción física que sentías por él.

Apagaste la pava y atendiste la llamada.

—Hola.—Dijiste.

—Hola, nena. Abrime, estoy afuera.—Mordiste tu labio inconscientemente por ese apodo, amabas que te dijera así a pesar de que solo te llevaba unos pocos años.

—Voy.

Abriste la puerta e inmediatamente fuiste recibida por los brazos de Nicolás envolviendo tu cuerpo con fuerza, hace muchísimo no se veían. Sonreíste contra su pecho mientras se saludaban.

—Siento que la última vez que nos vimos fue hace mil años.—Comentaste una vez que entraron a tu departamento y fuiste a buscar las cosas para su merienda.

—Si, fue hace una banda. Encima tengo tanto para contarte.—Te lo podías imaginar, acababa de volver del mundial en que había salido campeón, no es algo que pase todos los días.—No te das una idea de lo que fueron los...Ay, la puta madre.—Se quejó mientras se tocaba la espalda cuando se sentó en la silla del comedor, tenía una mueca de dolor en el rostro.

—¿Qué pasa?—Preguntaste confundida viendo como se acomodaba para sentarse.

—Dormí como el orto anoche, me está matando la espalda.—Habló mientras cebabas el primer mate.—Pero bueno, no pasa nada, ya se me va a pasar.

—A ver, quiero que me contes todo lo que pasó en Qatar. No omitas ni un detalle, eh—Te tiraste para adelante con tus codos en la mesa, mostrando lo interesada que estabas.

—Bue, preparate nena, que fue una cosa de locos.—Se rió.

...

Habían pasado horas hablando de todo. Te había contado todo sobre la concentración de la selección, antes y después de cada partido y todo lo que fue el festejo del campeón. Pero cada tanto te distraías por las muecas de dolor que hacía, claramente su espalda le estaba molestando.

"scaloneta" one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora