[+18] STATUS | Navier y Henley

1. El antes

Navier Trovi, hija menor de la familia Trovi y heredera del legado que por años sus antepasados se encargaron de mantener. 

Hace un par de años se convirtió en la CEO de la principal empresa Trovi's, desde entonces se mantuvo trabajando arduamente para hacer que esta fuera la más importante del país. Toda su vida vivió rodeada de lujos, pero eso no la hizo una mujer soberbia y egoísta; para sus padres era el mayor orgullo de su familia.

Tenía un hermano, mayor que ella; era rebelde y orgulloso, desde niño supo que no quería ser como su padre y ganó reconocimiento en el deporte, hizo todo tipo de ellos. Ganó becas por sus logros y estudió en el extranjero debido a su mala fama en las escuelas a las que ingresaba, no podían negar que era un poco agresivo, pero solo con las personas que merecían un castigo.

Amaba a su hermana y la admiraba por ser tan fuerte a sus impulsos y no dejarse llevar por los comentarios de la sociedad sobre ella, aunque la mayoría la favorecía por los logros obtenidos que para su corta edad eran casi imposibles de conseguir.

Navier maduró lo suficiente como para hacerse cargo del legado familiar; no tenía primos ni tíos, ya que sus padres eran hijos únicos. Estudió dos carreras, una en su país y otra por una beca en Asia, convalidó cursos y culminó sus estudios con honores; dejó de lado las amistades para centrarse al máximo en sus estudios, pero al regresar de Asia conoció dos personas divertidas con las que creó una amistad que mantiene hasta el momento.

Su vida amorosa se mantenía alejada de los medios y solo su familia estaba al pendiente de ello; no podía negar que aquel chico de ojos grises hizo que la enamorara desde niña. Él la entendía y desde el primer día que se conocieron en la reunión de sus padres fueron mejores amigos; estudiaron juntos primaria y secundaria, hasta que cada uno fuera a diferentes universidades. Iban a talleres de esgrima y aunque a ella le encantara tocar violín, aceptó aprender a tocar piano para mantenerse juntos.

Empezaron una relación antes de irse a la universidad, sus padres se emocionaron por ello y estuvieron de acuerdo. El inicio fue lindo para ambos, estaban muy enamorados; tuvieron que mantenerse alejados unos años, exactamente seis años, por sus carreras; él la visitaba y entregaba un ramo de rosas; ella no era detallista, pero valoraba los obsequios.

Eran solo jóvenes enamorados que mantenían responsabilidades al pertenecer a familias pudientes. Todo marchaba de manera positiva; incluso se comprometieron un año después de que él fuera presidente de la compañía de su padre. Quisieron casarse cuando establecieran sus vidas en sus respectivas empresas y lograran controlarlas, y así lo hicieron.

O eso creyó ella...

Un día antes de su boda; solo un día antes, Laura, una de sus mejores amigas, la llamó con urgencia; ella se encontraba en su oficina terminando de revisas los últimos contratos del año y respondió confundida.

-¿Qué quieres decir?- preguntó frunciendo el ceño ante la agitación de su amiga al hablarle rápido

-Navier, lo vi, él estaba con...

-No puede ser cierto- se negaba a través del teléfono

-Tienes que creerlo, no puedes casarte con él sabiendo la verdad

-¿Cómo lo sabes?- estaba hablando con la poca tranquilidad que le quedaba 

-Los vi ingresar al hotel, a uno de tus hoteles- recalcó llegando a preocuparla- entiende, te ha estado viendo la cara todo el tiempo

-En... en cuál de ellos- preguntó en un susurro pasando la mano por su frente- ¡Dime!- exigió con temor

-Cerca del aeropuerto principal, ya sabes cuál- suspiró esperando que solo fuera un error- tienes que ir ya, acabo de llegar de Miami, pero no esperaba esto