Amor y Gloria

Capitulo 9: El tachito

La "fiesta" de Felipe consistió en tres personas: Felipe, Romina, y Gloria. También en tres "platos": papitas, chizitos, alfajorcitos de maicena. La torta fue un bizcochuelo medio deforme que trajo Romina. Aun así, Gloria estaba feliz.

-Iban a venir más invitados, pero cancelaron -dijo Felipe con aire solemne. Romina ya se había ido y ahora Gloria estaba juntando las cosas de la mesa para lavarlas. Le sonrió a su hermano.

-No importa Feli, de verdad estoy muy agradecida por lo que hiciste. Fue una hermosa sorpresa.

-¿De verdad te sorprendiste?

-Claro, cómo no me voy a sorprender si llego a casa y en vez de encontrar el despelote de siempre, me encuentro con que hay una fiesta.

-Ah no empieces, ¿no ves? No se puede hacer nada bueno que ya estás hablando de lo otro.

-Te estoy jodiendo bobo -le revolvió el pelo y le dio un beso en la mejilla-. Gracias mi hermanito hermoso.

-Salí, salí -el chico se sacudió, aunque se dejó abrazar por ella.

Gloria siguió lavando las cosas, mientras su hermano se centraba en mirar la televisión. Por supuesto, había un partido de fútbol. De reojo, vio que Felipe estiraba la mano para agarrar su celular, que estaba del otro lado de la mesa, y Gloria sonrió con picardía antes de girarse y mirar. Felipe se detuvo, miró para otro lado, disimuló. Gloria tomó su teléfono.

-Bueno, ahora a subir las fotos que sacó la Romina.

-¿Adónde las vas a subir? -preguntó Felipe, visiblemente nervioso.

-A Insta.

-¡No, no! Pasa que...no anda. Se cayó, dicen. El feisbu también.

Miraba a todos la dos, queriendo salir corriendo. Gloria decidió sacarlo de su miseria, riendo.

-Dale dejá de actuar. Ya sé lo que hiciste.

-¡Ah nooo! ¡Le dije al boludo ese que no te contara nada! -Felipe se puso de pie, pateó algo que había en el piso-. Naaa me voy a dormir, así no se puede, nunca se puede hacer nada acá.

-Pará bolu, pará -riéndose, Gloria lo agarró de un codo y lo atrajo para darle un abrazo-. No me dijo nada él. Estaba aburrida en el laburo y entré a Insta y ahí vi la conversación.

-No hice tiempo a borrarla, cuando lo iba hacer vos apareciste y te llevaste el teléfono y ya nos fuimos y no te vi más. ¿Posta ese boludo no te dijo nada?

-No, para nada -Gloria miró para otro lado, tratando de que Felipe no se diera cuenta de que trataba de encubrir a Scaloni-. Escuchame, te dije mil veces que no es mi amigo. ¿Por qué lo invitaste?

Felipe se encogió de hombros y se soltó de su abrazo. Volvió a sentarse.

-Qué sé yo. No tenía a nadie a quién invitar y no iba a llamar a mis amigos porque iban a hacer quilombo y te ibas a enojar. Y a vos seguro que ese viejo te gusta, así que dije ya fue, le mando.

-Ay Felipe mira que me va gustar ese tipo -Gloria agarró un repasador, empezó a secar los vasos.

-Bueno qué sé yo, me pareció. Y dije le voy a dar una sorpresa a la Gloria, invito al que le gusta.

Gloria dejó lo que estaba haciendo y se sentó frente a su hermano.

-Gracias Feli. Pero no me gusta -ni ella se lo creía, así que su hermano la miró levantando una ceja.

-Además quiero que me consiga un club donde jugar.

-Ah, ya me parecía, vos siempre interesado.

-Y bueno, hay que aprovechar, además tiene plata. Dale, agarratelo para vos, así salimos de acá.