SURE THING━━Lo'ak Sully

005

THE TULKUN

Lo'ak.

Cuando llegamos a un nuevo clan todo lo que quería era volver al bosque, veía esto como una terrible idea.

Pero luego, la vi. Saliendo del agua acercándose a nosotros, desde ahí no pude evitar mirarla, y no solo por curiosidad, también por interés.

Su cabello blanco, sus ojos dorados, fue lo que más me cautivó. Su sonrisa, siempre estaba sonriendo, cada vez que la veía sentía algo creciente en mi pecho.

Cuando me enseñó su lenguaje de dedos y puso sus manos en las mías sentí escalofríos, quería tomarla y no soltarla más. Sentía la necesidad de protegerla.

Y eso haré.

Ese beso, ese maldito beso, fue lo que lo confirmó. Estoy enamorado, de ella, de sus ojos, de su sonrisa, de su cabello, de todo en ella.

Después de eso, regrese a mi casa. Neteyam estaba despierto, grandioso.

—¿Dónde estabas?

—No te importa. — dije ya acomodándome para dormir, sin borrar la sonrisa y el recuerdo de hace unos minutos.

—Te viste con ella, ¿No es verdad?

—¿Cómo...?

—Simplemente tengo que verte, te conozco, hermanito. ¿Te gusta, cierto?

—Más que eso.

—Lo suponía.

Le di un empujón y me di la vuelta para conciliar el sueño.

Ya quiero que sea mañana, ya deseo verla.

[...]

Estábamos todos reunidos en una roca hablando sobre el tulkun que me salvo la vida ayer. Les expliqué todo, pero empezaron a contradecirme, les dije como era y Tsireya intervino.

—Es payakam. — dijo con temor en su voz.

—¿Quién es payakam?

Antes de que respondieran Tzashira llego en un ilu, no la había visto en todo el día y sentí otra vez algo en mi pecho cuando me vio y me dedicó una de sus encantadoras sonrisas.

—¿De qué me perdí? — pregunta apenas se sentó a mi lado.

—De que ayer cuando estaba fuera del arrecife un tulkun me salvó la vida. 

—¿Iba solo?

—Sí.

—Eso es algo extraño, un tulkun nunca viaja solo.

—Eso es lo que le tratamos de decir, el Tulkun es payakam.

El rostro de Tzashira se llenó de sorpresa y preocupación. 

—Payakam es un asesino, mato a algunos navis y a otros tulkuns, no aquí, más al sur. — respondió Aonung.

—No, no es un asesino. — negué, Tzashira puso su mano sobre mi brazo,