roboutian heresy

capitulo 6:Space wolfs-Verdugos y Bestias

Durante la Gran Cruzada, los Vlka Fenryka fueron los agentes de la ira del Emperador, los verdugos de las sentencias decretadas por el Maestro de la Humanidad. Por sus espadas fueron castigados los primeros traidores de esta época pasada, sus nombres y crímenes desterrados para siempre a las sombras de la historia olvidada. Pero al enfrentarse a la oscuridad antes que todos los demás, los hijos de Leman Russ fueron contaminados por ella, y ahora, se han convertido en todo contra lo que alguna vez lucharon: traidores, herejes y renegados, luchando por nada más que la gloria, el derramamiento de sangre y el desesperado. intenta restaurar una época que nunca podrá regresar. Su historia es una advertencia para todos los verdaderos servidores del Imperio: tengan cuidado cuando miren hacia la Oscuridad del Más Allá, porque les devuelve la mirada...

Orígenes

Cuando los hijos del Emperador le fueron arrebatados por las maquinaciones de los Dioses Oscuros, cada uno de ellos aterrizó en un mundo diferente. Todos ellos lucharon por comprender su naturaleza, por aprender y crecer en entornos más a menudo hostiles que no. En estos primeros días, cada uno de los hijos del Emperador aprendería diferentes lecciones, enseñadas por sus planetas adoptivos, lecciones que darían forma a su existencia por el resto de sus vidas inmortales. La mayoría de estas lecciones fueron duras, porque la galaxia ya era un lugar implacable en este tiempo, y los mundos de los Primachs eran, por sus diferencias, todos lugares de conflicto y desafío. Pero de todos ellos, podría decirse que el mundo natal de Leman Russ fue el más duro para la vida humana.

Fenris era un mundo feudal, cuya gente había perdido el acceso a la tecnología que habían traído consigo durante la primera vez que la Humanidad se dispersó por la galaxia. También era un mundo de muerte, con inviernos lo suficientemente duros como para congelar los océanos y veranos cuyo calor abrasaba el suelo y derretía los grandes icebergs, provocando devastadoras mareas. La presión gravitacional ejercida sobre el mundo lo sacudió con terremotos y erupciones volcánicas, obligando a las tribus de Fenris a estar siempre en movimiento, a buscar nuevas tierras cada año, ya que la que se habían quedado era engullida por el mar o la misma tierra. Más allá de los peligros del propio planeta, las bestias de Fenris también eran una terrible amenaza para la vida humana. Grandes dragones y serpientes marinas, lobos del tamaño de caballos y otros horrores innombrables acechaban sus bosques y montañas.

Se desconoce por qué Fenris fue colonizado por la Humanidad durante la Primera Diáspora. Quizás los colonos pensaron que podían dominar los elementos furiosos del mundo de hielo, usando las maravillas de la Era de la Tecnología. Si ese fuera el caso, fracasaron miserablemente. Mucho más probable es la hipótesis de que los habitantes originales de Fenris se estrellaron contra el planeta y se vieron obligados a establecerse en él, perdiendo rápidamente su nivel tecnológico, como era demasiado frecuente en estos días. Los rumores afirman que algunos de los primeros colonos, desesperados por sobrevivir, usaron ciencias apenas entendidas para modificarse a sí mismos y sobrevivir a las infernales condiciones de Fenris. No se ha confirmado si hay un núcleo de verdad en estas historias o si son simplemente una forma más de calumniar a la Legión caída.

No hay lobos en Fenris.

Atribuido al Primarca Magnus

Fue en lo más alto de estas montañas que llegó el niño que se convertiría en Leman Russ. Su llegada destrozó la cima de la montaña y sacudió toda la isla sobre la que había crecido. El suelo se abrió y escupió roca líquida, mientras las bestias gritaban y rugían como si su territorio estuviera siendo desafiado. Los lugareños maldijeron a la estrella oscura que había traído tanta calamidad en sus vidas ya difíciles, pero eran personas resistentes y siguieron viviendo a pesar de las pruebas que les impusieron sin cesar.

El joven Primarca fue encontrado por una manada de lobos fenrisianos, y ellos lo criaron hasta que llegó a la adolescencia, o lo más cerca que pudo un Primarca. Fue entonces cuando conoció por primera vez a otros humanos, en forma de partida de caza, que se lanzaron sobre sus 'hermanos' con  lanzas y espadas. El niño lobo luchó para defender a sus compañeros de manada, matando a más de una docena de hombres con sus propias manos. Los supervivientes, asustados por el poder del extraño joven, se retiraron y comunicaron su encuentro a su señor, el Gran Rey Thengir de los Russ. Curioso, el monarca decidió ir a ver por sí mismo a este niño lobo que podía hacer retroceder a sus cazadores, hombres de gran habilidad y coraje.