The Great War | Theo Nott

two. boggarts

act iii - chapter two

ESTABAN EN clase de Adivinacion, esta clase era compartida con Gryffindor.

Amelia estaba sentada junto con Dalia, Daphne y Pansy,
Mattheo, Theo, Draco y Blaise estaban junto a un chico castaño de Slytherin el cual Amelia no se acordaba de su nombre.

La clase empezó, a Amelia y sus amigos la profesora Trelawney no les agrado del todo, en realidad a casi ninguno de los alumnos que estaban en esa clase les cayó muy bien que digamos.

La profesora se presento y después dio las indicaciones de la clase.

La clase de ese día fue normal hasta que fue el turno de que Harry Potter de ver su taza, la profesora Trelawney se sorprendió ya que le salió el Grim, e hizo que la clase terminase.

Luego, al salir de la clase Amelia estaba hablando con sus amigos sobre Adivinación.

-La profesora es algo rara- dijo Blaise.

-Yo diría Loca- dijo Draco.

-Bueno, lo que sea, vieron lo que le salió a Potter- dijo Pansy.

-Si, bueno vamos a la siguiente clase- dijo Daphne y todos fueron a su clase antes del almuerzo.

[...]

HABIAN TERMINADO de almorzar y ahora Amelia, Daphne y los demás se dirigían a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, la cual era cerca de la cabaña del guardabosques, Hagrid.

Los ocho amigos, y Crabbe y Goyle que eran dos estupidos y seguían a Draco a todas partes, pronto se dieron cuenta de que esa clase también la compartían con Gryffindor;

-Que casualidad- dijo Pansy de mala gana.

-Que desgracia, querrás decir- dijo Draco mirando con asco y desprecio a los de Gryffindor, en especial a Granger, Weasley y Potter.

-Vamos, dense prisa- dijo el guardabosques -Hoy tengo una clase especial para ustedes Ya están todos? ¡Bien, síganme!

El los llevo a un prado en el cual no había nada.

-Acérquense todos y asegúrense de tener buena vista. Lo primero que tienen que hacer es abrir los libros-

-¿de que modo?- pregunto Draco.

-¿Que?- pregunto Hagrid.

-¿de que modo abrimos los libros?- repitió Draco.
Algunos lo imitaron, muchos tenían el libro con pinzas o cinturones ya que el libro los había atacado.

-¿Nadie fue capaz de abrir el libro?- pregunto Hagrid con cierta decepción.

Toda la clase negó con la cabeza.

-Tienen que acariciarlo- hablo otra vez Hagrid, diciendo como si fuera lo más obvio -Miren- dijo agarrando el libro de Granger para acariciarlo.

-¡Teníamos que acariciarlo!- dijo Draco sarcástico -¡Que tontos fuimos! ¿Como no se nos había ocurrido?-

-Yo... yo pensé que les haría gracia- dijo Hagrid.

-¡Oh si, Que gracia nos hace!- dijo Draco otra vez -Super ingenioso el hacernos comprar unos libros que quieren comernos las manos.