Places Where The Sun Find Colors That No One Has Seen

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Había cinco cosas que Harry había amado del pueblo tan pronto había llegado.

La primera fue el arco de entrada al pueblo, era la primera cosa que veías incluso antes de entrar. Era majestuoso, lleno de detalles metálicos en forma de peces y olas, en la cima estaba la figura que se encontraba al final del muelle donde la gente se refugiaba de la lluvia o iba a admirar un hermoso atardecer, el real estaba a unos diez minutos de la casa de Harry.

–– Es hermoso–– Harry sonrió orgulloso. Claro que podía mostrar cosas que eran lindas y la gente sintiera aprecio al verlas.

–– ¿Te gusta?–– bajó la cabeza para voltear a ver a Louis quién veía hacia el frente.

–– Harry, sé que apenas nos conocemos pero pensé no olvidarias que no puedo ver nada, tan pronto––

El corazón de Harry cayó, jamás había sido tan imbécil, no podía creer esto, ¿cómo lo había olvidado?. No tenía excusas, esperaba la llamada con Sean lo confundiera mínimamente por un par de días y no olvidara ninguna información ó su mente mezclara todos sus pensamientos hasta sólo dejarlo recordar un par de cosas.

Estaban parados en uno de los costados del camino, sobre césped, detrás de los arbustos que adornaban la estructura del arco, Berrie estaba parada al lado de Louis viendo hacia el frente.

–– Cierto–– susurró–– Cierto, perdón, lunas, que imbécil, perdón––

Louis rió, alto y ruidoso, tenía su mano libre puesta sobre su pecho y la cabeza echada hacía atrás. Harry se sintió afortunado de poder escucharlo y verlo.

–– Bueno, es el arco de entrada al pueblo–– Louis asintió calmandose un poco–– Es demasiado alto, como siete tu––

–– ¿No sabes hablar en metros o pies?–– Harry negó sonriendo.

–– Nop, sólo sé hablar como me nace–– Louis hizo un ruido que sonaba a que no le gustaba el dato–– Está lleno de detalles en metal, la mayoría está en tonos cobrizos, hay diferentes peces, creo que un par de medusas, oh, hay caballitos de mar, algunas curvas simulando olas de mar y hasta arriba, en la cima, está el muelle, el lugar por el que los turistas vienen–– Louis tenía la cabeza agachada–– Y hay arbustos justo delante de nosotros––

–– Suena bien, ¿puedes describir la forma?, hay arcos que realmente son redondos arriba, otros acaban en punta, ¿cuál es?––

–– Redondo, creo, la figura del muelle rompe ello y cuando es la mañana, según me han dicho, los rayos del sol pasan justo por el espacio de esa figura en especial––

Louis no respondió, Harry temía haber dicho algo incorrecto, pero realmente lo que pasaba era que nadie, desde que perdió la vista, le había descrito algo para que pudiera imaginarselo. Harry era el primero, Harry, un completo desconocido que pensaba sus ojos eran bonitos y lo había hecho sin que lo pidiera. Había descrito el color, la forma, los detalles e incluso si no había sido la mejor descripción, Louis no sabía cómo sentirse.

–– ¿Dije algo malo?–– Louis negó, alegre de haberse puesto los lentes oscuros y que Harry no pudiera ver cómo sus lágrimas se acumulaban en sus ojos.

–– No, no, nada fue malo, realmente nada–– también agradecía haber tomado supresores, por qué de otra forma su aroma sería tan desastroso–– Gracias––

–– No es nada, ¿quieres ir a otro lugar?–– Louis asintió y Harry tomó su mano para guiarlo, aunque Louis llevaba a Berrie para eso.

Le agradaba el omega, su aroma estaba afuera siempre tan fresco y vibrante, se preguntaba cómo lucía, construir rostros era algo que Louis había empezado a hacer, tratando de imaginar a las personas con quienes hablaba, tal vez tenía ojos cafés claros y cabello ondulado, era más alto que él, sonaba así, era delgado y alto, Louis quería tuviera una sonrisa que cambiaría la opinión de alguien sobre cualquier tema.

Tell Me, Can We Stay Together? Where stories live. Discover now