—Lo intento Charlie, de verdad estoy haciendo mi mejor esfuerzo. —El castaño tiró los platos al fregadero con enojo.

—Dime tío Ken, ¿odias a Butters? —La pregunta lo llenó de sorpresa.

—No lo odio. Es solo que...

—¿Te repugna entonces? Porque no tienes la misma reacción cuando ves a los padres de Cj, incluso pensé que eras buen amigo del señor Craig.

—Ey, ey, no me taches de homofóbico, simplemente no lo entiendes, es mejor que se fuera por el bien de todos, sus intenciones no eran honestas.

—¿Por el bien de todos? ¿intenciones honestas? Leo ha sido más tío que tu últimamente: él está aquí siempre para hacernos la cena, nos lleva a comprar ropa nueva cuando no tenemos, le da besos de buenas noches a Nora, nos cuidaba cuando estamos enfermos.

—Yo también he hecho todo eso, además trabajo todos los días para darles una mejor vida de la que yo tuve. Además, eso lo hizo porque quiere algo conmigo, no por ustedes.

—¿Como estás tan seguro?

—Solo lo sé.

—¿Seguro que no es solo que te incomode ahora que sabes que le gustas?

—¡No me incomoda! —Gritó, pero entonces se dio cuenta de sus palabras—en realidad, no me incomoda para nada...

—Entonces, ¿por qué lo quieres lejos de nosotros en realidad? —El rubio tragó saliva, meditando la respuesta que ya sabía que tenía, pero que no quería admitir.

—Porque tengo miedo de que en realidad yo tenga razón y todo lo que él hizo por nosotros sea una farsa. Prefiero que se vaya y sentirme como el villano antes de pensar que en realidad es él. —Charlie iba a seguir, pero entonces llamaron a la puerta.

—¡Yo abro! —Avisó Nora, al abrir la puerta sus ojos se llenaron de lágrimas—¡Leo! —Se abalanzó al rubio, llorando en su pecho—Te extrañé tanto.

—Y yo a ti pequeño malvavisco—El otro en abrazarlo fue Charlie, pero su sonrisa se borró cuando vio a Kenny mirarlo desde la sala. —No vengo a quedarme.

—Está bien, si quieres puedes pasar—Charlie sintió algo de felicidad al ver a su tío menos a la defensiva.

—No, no, en realidad—Se sobó el brazo, su expresión era sombría—en realidad vengo a despedirme. —Los tres lo miraron sorprendido. —Me mudo a California, ahí tengo más oportunidad de manejar mis negocios así que... vengo a despedirme de los niños.

—No, Leo, ¿porque te vas? —Pregunta Nora empezando a llorar—¿Ya no nos amas? —La pregunta hace que los ojos de Butters se vuelvan agua, abrazando a la niña con fuerza.

—No pequeña, yo siempre te voy a amar, sabes que tienes mi número en tu iPad, siempre estaré a una llamada de ti—Le dio un beso en la frente, luego hizo lo mismo con el más grande y sonrió a Kenny.

—Niños, ¿pueden dejarnos un momento a solas con Leo? —Pregunta Kenny a lo que ambos lo hacen mientras lloran en silencio. Luego se acerca al más bajo. —Butters...

—Tenías razón—Lo corta—creo que sin querer me armé la fantasía de que éramos una familia cuando siempre fuiste tu con ellos y yo... siendo egoísta. —Se quitó las lágrimas de los ojos—Pero nunca tuve pensado que me correspondieras, lo mejor es que yo me vaya y haga mi vida a parte, espero que encuentres el tiempo para conseguir una buena mujer que te ayude a cuidar de ellos, nunca dudes en contactarme si necesitas algo.

—Espera, ¿en serio te irás por nosotros? Dejar toda tu vida aquí solo por mis palabras...

—Kenny, toda mi vida aquí eran ustedes—Le dio una amarga sonrisa—Mis padres están muertos, todos mis amigos lidian con sus propias familias, yo soy el único que está solo. Creo que es hora de buscar algo que no sea prestado—Lo tomó del hombro, con una última sonrisa—Adiós Ken. Mi avión sale en hora y media, así que mejor me voy ya—Comenzó a caminar hacia su lujoso auto donde sin mirar atrás, arrancó.

Wonder Dad and Super DaddyWhere stories live. Discover now