⁕One Last Time ⁕

⁕ IX ⁕

Hongjoong recordó lo que más había deseado en el último mes, paz y aislamiento. Y ahora tendría que bajar y enfrentarse a todos ellos, a todos los pretendientes una vez más. Cerró los ojos en preparación.

"¿Estás bien, mi señor?"

El señor no estaba seguro de si lo estaba o no, le dolía un poco la cabeza. Una luz palpitante que se hizo más intensa por el dolor general de su cuerpo.

"Sí, ¿se ha servido el desayuno?" Preguntó, deseando parecer como si no estuviera molesto.

"Lo ha sido, mi señor, los demás ya están abajo".

"Gracias, puedes despedirte".

El asistente inclinó la cabeza y desapareció. Hongjoong estaba en un estado de vacilación y dolor mientras caminaba por los pasillos. Todos ellos familiares, todos bien conocidos por él y, sin embargo, ahora se sentían tan extraños mientras caminaba hacia el desayuno. Todo era tan lejano, un pasado lejano.

Entró al comedor, sabiendo que solo tenía tantas veces que podría ingresar antes de que ya no viviera aquí. Todo aquí estaba en sus últimos momentos, y quería preservarlo lo mejor que pudiera.

"Buenos días a todos." Saludó, y efectivamente estaban todos allí. Todos ellos, excepto Seonghwa. Suspiró levemente cuando se encontró tranquilizándose lentamente. Lo saludaron inclinando la cabeza, todo pompa y circunstancia, pero sin energía. El sentimiento y el deseo por él llevaban mucho tiempo muertos en su garganta.

Mingi y Yunho evitaron por completo el contacto visual. Yeosang y Jongho parecían más interesados ​​en intercambiar miradas entre ellos. San miró con tristeza a Hongjoong y Wooyoung... Algo en Wooyoung había cambiado, tenía una expresión no muy diferente a la de San en los últimos días, pero ahora un desprecio había crecido en sus ojos, como una horrible zarza que amenazaba con tragárselo por completo. Miró a Hongjoong y tomó mordiscos despreciables y repugnantes de su comida. Cada vez que tragaba, se sentía personal como si Hongjoong de alguna manera hubiera envenenado su comida.

"¿Ocurre algo, Wooyoung?"

Wooyoung miró en silencio, sin poder o sin querer hablar. Simplemente masticó, pero nunca dejó de mirar.

Las cejas de Hongjoong se fruncieron con irritación ante el descarado desdén por su pregunta, pinchándolo de una manera que no creía posible.

"Respóndeme."

"No. Nada." Wooyoung escupió de vuelta, palabras tóxicas de labios tóxicos, manchadas con veneno.

"Entonces, ¿por qué me miras, ya que he masacrado a toda tu familia?"

"No lo soy, y detesto que insinúes tal cosa".

"Entonces no me mires más, me estás quitando la comida". Hongjoong frunció el ceño, y finalmente hizo que Wooyoung mirara hacia otro lado, aunque el jamón en su plato nunca fue perdonado y recibió muchos castigos con tenedor y cuchillo por igual.

Ahora, aparte de los cubiertos, el silencio impregnaba el comedor, como si la voz de Hongjoong hubiera promulgado una ley.

Uno por uno se irían, inclinándose ante Hongjoong pero sin querer estar en su presencia. No querían mirar el premio que no podían tener. Hongjoong no se sentía como si fuera un premio. De hecho, odiaba que alguien pudiera pensar en él de esa manera, como si no tuviera un presentimiento, o una elección en su mente sobre lo que quería de su vida.

Uno por uno, hasta que estuvo solo por fin, y sintió que sus hombros caían de alivio. Pero el silencio no podía, no duraría para siempre. No muy diferente a su destino que parecía permanente y sin otras opciones disponibles.