⁕One Last Time ⁕

⁕ VI ⁕

"Estoy impresionado, aunque un arroyo no es un océano".

"Pero fluye hacia uno, ¿no es así?"

"¿E-Lo hace?"

"Todos los cuerpos de agua más pequeños se unen a los más grandes, hasta que son tragados por los mares y océanos".

"¿Es eso una metáfora?"

Seonghwa miró a Hongjoong, y Hongjoong no pudo evitar sentir que había un conocimiento en esa mirada, respondiendo su pregunta sin una palabra. Tal vez era una metáfora: todo lo que era pequeño y manso sería tragado por el mundo. Hongjoong era el pequeño y manso, y él también lo sabía, sabía que no era más que una cosa pequeña tanto físicamente como en el mundo y que sería tragado por alguien mayor y listo para asumir un señorío. Si él era el arroyo y el río, Seonghwa y todos los pretendientes que estaban de visita, eran los mares y océanos.

Entonces, ahí estaban. A cierta distancia del agua, escuchando la orquesta del bosque. Hongjoong experimentándolo todo, como si fuera la primera vez. Sus ojos se cerraron y su respiración era suave y tenue. Modesto. Aunque se sentía como si estuviera totalmente solo, Seonghwa no movió ni un músculo en todo el tiempo y estuvo tan callado que ni siquiera podía escuchar la respiración de Seonghwa. Era una sensación extraña, estar aislado del mundo y, sin embargo, estar tan al lado de otra persona.

Una ramita se partió en algún lugar en la distancia y sacó a Hongjoong de su ensoñación, agarró la mano enguantada de Seonghwa y la apretó con fuerza.

"Esta bien." Seonghwa susurró, sus labios cerca de la oreja de Hongjoong, pero sin tocarlos. Hizo que el corazón de Hongjoong latiera más rápido, tenía tantas ganas de tocarlo, de la misma manera que había besado su mano frente a todos. Fue un momento fugaz que el joven señor quería revivir una y otra vez. Ahora los labios estaban cerca de su oreja pero no era suficiente, no era suficiente.

"¿Cómo lo sabes?" Hongjoong logró superar los pensamientos nublados del deseo.

"Lo sé."

Hongjoong le creyó. No necesitaba otra palabra, no necesitaba ninguna otra seguridad. Seonghwa solo decía verdades sólidas, del tipo que hacía que Hongjoong le creyera diez veces más que a cualquier otra persona...

Seonghwa soltó su mano del agarre de Hongjoong, alcanzándola suavemente para sostener la mano más pequeña en la suya una vez más, comenzando a alejarlo.

"¿Hacia dónde ahora?"

"No estoy seguro."

"¿No? Pero pareces estar siempre seguro.

"Es un acto". Seonghwa susurró, como si estuviera evitando perturbar el mundo que los rodeaba mientras comenzaban a caminar una vez más. Más profundo en los bosques mágicos que se estaban desplegando y revelando secretos ante sus propios ojos. Como si descubriera el mundo de nuevo.

Hongjoong también le creyó a Seonghwa aquí y, sin embargo, una pequeña parte de él fue arrastrada a la incredulidad. Seonghwa se sentía seguro en todo, incluso ahora que se adentraban más en el bosque y supuestamente no sabía a dónde iban. Se sentía como si Seonghwa lo supiera, tomaba las curvas con tanta facilidad, se movía entre los árboles y las hojas sin siquiera decir una palabra. No esperó ni contempló, ¿no estaba preocupado de que pudieran encontrarse con un peligroso animal salvaje? ¿Un jabalí o un oso? Hongjoong siempre había sido cauteloso con esas cosas cuando viajaba por el bosque, incluso cuando había estado cazando en un grupo. Pero ni siquiera estaban a caballo para mantenerlos medianamente seguros. Estaban caminando, las hojas debajo de ellos tan mágicas como antes. ¿No estaban en peligro? Hongjoong no lo sintió en su cuerpo, pero una parte de su mente estaba consciente. Las ramitas que se partieron,