licha martinez

16.1K 512 245
                                    

Suspiraste un poco frustrada mientras veías a Lisandro hablando, o mejor dicho discutiendo, con el chico de la recepción del hotel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Suspiraste un poco frustrada mientras veías a Lisandro hablando, o mejor dicho discutiendo, con el chico de la recepción del hotel. Les habían dado la habitación equivocada y te había dicho que esperaras mientras él resolvía el tema, pero al parecer no le estaba yendo muy bien.

Habían decidido irse de vacaciones a Mykonos con sus amigos, y ustedes dos, al ser los únicos solteros del grupo, iban a compartir habitación, ninguna de los dos quería dormir solos. No te molestaba para nada, habían reservado una habitación con dos camas individuales pero al llegar a dicha habitación vieron que les habían dado una cama matrimonial.

—Dice que todo está reservado hasta la semana que viene.—Habló un poco molesto Lisandro cuando llego hacia donde estabas.

—¿Y qué vamos a hacer?—Preguntaste aunque la respuesta era medio obvia.

—Y nada, nos la bancamos, tampoco es el fin del mundo.—Reíste y le diste la razón. Licha era tu mejor amigo, le tenías más confianza que a nadie, no había razón para que sea incómodo. Al menos eso era lo que esperabas.

...

—¿Qué haces?—Miraste a Lisandro confundida cuando apagó la lampara de la mesita de luz, dejando toda la habitación a oscuras excepto por la tenue luz de la luna.

—Ni en pedo duermo con la luz prendida.—Dijo mientras se metía en la cama.

—No hay manera de que yo duerma con la luz apagada.—Protestaste.

—¿Qué? ¿Te da miedo? No seas cagona.—Se burló de vos y rodaste los ojos.

—Si, me da miedo ¿Y cual hay?—Te habías cansado de que varias personas se burlen de vos por ese miedo, ya estabas acostumbrada y lo admitías sin problema.

—Ni que tuvieras diez años, dejate de joder. Acá dormimos con la luz apagada.

—No puedo Lisandro, posta me da miedo.—Suspiró y pudiste notar que dudo o no si decir lo que iba a decir.

—A ver vení, date la vuelta.—Lo miraste con una ceja levantada.—Dale pelotuda.

No entendías mucho pero le hiciste caso, te diste la vuelta mirando hacia la ventana y dandole la espalda a él. Sentiste como acercó su cuerpo al tuyo, tu espalda casi pegada con su pecho, tus músculos se tensaron cuando sentiste como una de sus manos se posó suavemente en tu abdomen.

—¿Mejor?—Preguntó, y te diste cuenta de lo cerca que estaba al sentir su respiración en tu cuello.

Dudaste en que contestarle. La cercanía física no era algo usual en su relación, lo que hacía esa situación un poco rara. Aún así, sabías que si no te gustaba o estabas incómoda podías decirle tranquilamente, tenían ese tipo de confianza. Pero por alguna razón, no querías que se alejara.

"scaloneta" one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora