come back... be here ⸺kit connor

O7

about to fall

Bea apenas podía pensar con claridad y agradeció no tener que soportar una resaca además de todo. Lo que si sufría era una resaca emocional. Al despertar, lo primero que vió fue el mensaje que le había enviado a Kit la noche anterior, llegó a la conclusión de que sería mejor borrar el mensaje y hacer como que nunca lo había enviado en un principio porque a ver, ¿qué clase de persona diría eso después de una noche? Una noche en la que ni siquiera había pasado nada, ¿qué clase de persona se enamoraría en un día? Bea no solía ser de esas, y estaba convencida de que Kit tampoco lo era. ¿Qué caso tenía enviar un mensaje tonto? Por dios, ¿qué tenía en la cabeza?

Pero pronto estas preguntas se esfumaron todas de su cabeza, un toquido en su puerta y un "¿Estás despierta?" algo tímido se hicieron presentes y Bea solo verificó que su cabello no estuviera tan mal antes de decirle a Kit que podía pasar.

—Soy una muy mala anfitriona, ¿verdad? —La rubia se sentó sobre su cama y pidió disculpas, realmente no estaba acostumbrada a todo ese rollo de tener que servir a alguien, no le iba.

—Descansé bien y tengo buena compañía, yo creo que eres buena —Kit le guiñó el ojo, y cuando Bea estaba sonriendo, agregó:— Para ser novata, claro.

—Eres el peor, Connor.

Kit sólo se rió y subió los hombros, ambos sabían que era mentira.

—Como soy tan mala, no tengo muchas ganas de cocinar. ¿Quieres que salgamos a buscar algo para almorzar?

—¡Me encantaría!

Los dos se arreglaron y en menos de 15 minutos, ya estaban buscando opciones para comer algo. Bea planeaba enseñarle los lugares más emblemáticos de Nueva York, pues después de haber crecido y vivido toda su vida ahí, era la fan número uno de su ciudad. Mientras caminaban por una de las calles del downtown, Kit comenzó a hablar.

—Así que, Lizzie Echave. Amante de la música, odiadora de cocinar y socializar.

—Pff, no odio socializar. Lo que detesto es a la gente del medio.

—¿Sí? ¿Conoces a mucha?

—Mi papá era productor musical, entonces, algo así. Es solo que desde chica me di cuenta de que no todo es tan encantador como parece. A ver, ¿por qué crees que Taylor Swift dejó de ser la chica fiestera que siempre estaba con celebridades, y sólo conservó a sus amigos más cercanos?

—Así que swiftie —Kit sonrió—. Y si, tienes algo de razón, si Taylor lo hace entonces está en lo correcto. Y, a decir verdad, tampoco soy muy fan del mundo de Hollywood.

—¿Algo? Yo siempre tengo la razón, Connor —Bea sonrió y arrugó la nariz—. Cuéntame más de eso de Hollywood, ¿te gusta la fama, o es abrumadora?

—Nunca pensé en hacerme famoso, la verdad. Nada más quería hacer lo que me gustaba y bueno, una cosa llevó a otra, Heartstopper llegó y ahora estoy aquí. No me quejo en absoluto, aunque la gente en internet puede llegar a ser dura. ¿Qué hay de ti? Tengo entendido que quieres ser cantante, ¿no?

—Sí, es algo difícil pero realmente estoy intentándolo. —La rubia esbozó una sonrisa, no le gustaba mucho hablar de su carrera porqué se sentía un fracaso.

—Deberías tocar una canción para mí, bonita. Estoy seguro de que llegarás lejos

—Ni siquiera me has escuchado —le dió un golpe amistoso en el hombro.

—Tú sabes que a Sof le gusta presumir a sus amigos, y a mí me gustaste tú —soltó él sin pensar—, o sea, tu-tu canción, ya sabes —los nervios lo golpearon apenas se dió cuenta de lo que dijo, Bea se rió.

Los dos hacían lo posible por ignorar la tensión creciente entre los dos, pero era tan palpable que podrían cortarla con un cuchillo. Cada vez que sus manos rozaban era una tortura para ambos, y Bea deseaba poder solo entrelazar sus dedos mientras Kit se preguntaba si era normal que sintiera esa electricidad cuando la sentía a su lado.

Tuvieron un largo, pero muy bonito día por las calles de Nueva York. Apenas hubo momentos de silencio pero estos fueron muy cómodos. De alguna manera, terminaron viendo el atardecer desde el puente de Brooklyn, y aunque suena romántico, no fue hasta que estaban en casa de nuevo, con Lizzie sentada en el suelo con su guitarra entra las manos intentando adivinar las notas de Telephone, una canción que fue parte del soundtrack de Heartstopper, cuando Kit se dió cuenta de que estaba a punto de caer.

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