Quiero darte un beso

Amélie Maunier

-Al igual que Julia, Helen se hizo profesora y mientras reunía datos, cometió el error de enamorarse.

-¿De quién?

-De Aleski. Julia muerta de celos mató a Helen sin contemplaciones y ese día, en su casa, fingió un suicidio. No obstante, sintió pena y remordimientos por su sobrina pequeña, Arianne, a la que decidió proteger para que nunca se metiera en lo que no le convenía.

-¿Por qué mataron a ma belle?-murmuré entre lágrimas.

-El profesor de piano de Ari se tendría que encargar de que nunca se interesara en nada de su tía, pero el gobierno tenía otros planes.

-¿Tú....?

-Sí, yo... insté a Arianne para que investigara, dándole una carta falsa a través de la vecina de Helen y le concedí la ayuda de un policía, Andrew.

-¿Cómo le pudiste hacer eso?- pregunté sintiendo el coraje correr por mis venas. Era su hermana pequeña por el amor de dios. Lea no movió un solo músculo ante mi ataque de ira.

-El plan era que Arianne incordiara lo suficiente como para que cometieran un error.

-Era una distracción.

-Así es, mientras Gael se divertía viendo como Arianne intentaba reunir las piezas del rompecabezas, no se percató de que un policía se infiltraba entre sus filas.

La miré sintiendo como si mi pulso se hubiera detenido. Medaba la sensación de que había dejado de hablar en mi idioma.

-¿Sabes quién es la secretaria Therese?

-Sí... -recordaba su cara del primer día de clase. Me había llamado mucho la atención por su uniforme. Se notaba que se tomaba en serio su trabajo.

-Pues ella en realidad es una agente especial, Eric, tu instituto es uno de los puntos de intercambio de droga.

-¿Quieres decir que utilizastes a tu propia hermana para que la directora no se diera cuenta de que su secretaria no era lo que parecía?

Esto sonaba demasiado sádico, me pellizqué la palma de la mano para ver si esto era algún tipo de pesadilla.

-Era necesario algún tipo de distracción... -intentó excusarse cuadrando los hombros ante mi acusación.

Me quedé en silencio asimilando sus palabras.

-Gracias a Arianne conseguimos descubrir cuales eran los puntos de intercambio.

-¿Y durante todo este tiempo te quedaste observando como tu hermana pequeña de 18 años se metía dentro de una mafia?

Ella apretó la mandíbula adquiriendo una expresión neutra, por lo que supe que había dado en el clavo.

-Esto no tenía que pasar, Andrew se tenía que encargar de que Ari nunca tomara contacto con nadie potecialmente peligroso.

-Pues dime quién es Andrew, tengo ganas de partirle la cara por el mal trabajo que ha hecho.

-No fue culpa de Andrew-lo defendió Lea irguiéndose ofendida.

Eso ya fue la gota que colmó el vaso y tuve que recordarme que no podía pegarle a la hermana de mi novia que además era un agente del gobierno.

Cerré mis puños con fuerza. La tristeza había sido sustituída por la rabia y la impotencia.

-Arianne comenzó a desconfíar de Andrew y a investigar por su cuenta, eso no lo pudimos predecir...

-Eras su hermana, ¿por qué no la vigilastes? -pregunté intentando calmarme y sentándome de nuevo junto a Lea en la arena. Sentí como si nada y todo tuviera sentido.