Capítulo 2: Un niño extraño 2/2.

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Meredith Aquant. (Año 1880).

Desde mi lugar entre las sábanas de seda, veo asomarse por la ventana esa esfera de color rojo con anaranjado que irradia calor. Un nuevo día empieza.
A mi lado se encuentra mi recién llegado hijo vestido solamente con sus pañales, y un espacio vacio en donde mi esposo, Pachakutiq Locoto Blond, debería estar. Él siempre madruga para cumplir con sus labores reales, o a veces no duerme. Costumbre Kawri que jamás entenderé. Kawries. Como los extraño. Seres pacíficos que su apariencia y su apetito carnívoro los hace ser odiados por parte de los humanos y eletaryans.
Observo a mi pequeño niño que duerme plácidamente. Mi mente cae en cuenta que hace unas semanas mi hijo arribo a este mundo. Estoy tan feliz. Finalmente tengo un hijo. Si hubiera tenido otra hija Kutiq hubiese ordenado que me sacrifiquen y a la niña la hubiese vendido como casi hace con mi primer hija. Pero aún asi, después de muchos momentos vividos con él, muy en el fondo lo sigo amando. 

El desayuno. Intento ponerme de pie. No lo logro. Mando a llamar a mi dama de compañía. Le pido que me traiga el desayuno a la cama. Obedece mi orden. Tiempo despues me encuentro desayunando en la cama. Mi dama de compañía, cuyo nombre no sé por la mera razón de que es muda, me mira mientras desayuno. Le sonrío y ella hace lo mismo.
Tiempo después se lleva lo restante y se retira.

(...)

El almuerzo. Todo transcurre de maravilla. La comida, como siempre, se encuentra deliciosa. Pachakutiq nunca aparece a almorzar y seguro almorzó en su laboratorio. En cuanto a mí, simplemente me quedo en la cama. El único que me acompaña es mi hijo y mi dama de compañía. Ahora que lo pienso mi hijo aún no tiene un nombre. No puedo elegirle un nombre, Pachakutiq me hará el peor castigo.
Termino de comer, agradezco por la comida y ella se retira llevandose todo. Al salir, cierra la puerta con llave. Kutiq ordeno que se hiciera así para que no me "escapara". Silencio. Mi vista se posa en mi hijo. Duerme. Siento un ruido. Levanto la mirada. Pachakutiq se encuentra en el pequeño sillón individual color tierra cerca de la ventana. Me asusto. Odio que haga sus apariciones mágicas.

-Tenemos que hablar. ¿Por que te demoraste en terminar de comer, amor?-lo dice mientras se levanta del mencionado sillón. Se acerca a mi, se sienta al lado mio. Sus ojos verdes esmeralda me atrapan.No puedo dejar de verlos. Reflejan tanta seguridad y... maldad. Con sus manos grandes y gruesas toca mi cabellera celeste. Su nariz se acerca a mi cuello. Lo aparto agarrando sus manos.

-Tienes razón, amor. Me tarde demasiado.- Me sonríe. Ama que le de la razón. Me estar por besar hasta que el bebé  interrumpe lo que él quiere cometer. Mi vista baja hacia la criatura. Kutiq lo desenvuelve delicadamente de las sábanas. Y  lo sostiene en sus brazos.

-Mi hijo debe tener el nombre perfecto, el nombre de un rey.-Es solo un niño no quiero que él lo atormente con eso de ser El Rey Perfecto. -Que se llame Lien, que significa que es puro de sangre. -Aclara mi esposo haciendo referencia a su tan perfecta sangre Blond.

-¿Puedo elegir un nombre yo, mi amor?- digo sin pensar, no debí haber dicho eso. Me tapo con la sábana por si él reaccionaba de forma violenta.

-Ahg bien bien. Elige, pero lo llevará como el segundo nombre. Y no te escondas así pareces una niña. Sabes yo te amo y que jamas te haria algo malo.- Me toca la cara suavemente y me entrega al pequeño Lien. Se fue sin decir nada más. Lo intenté y funcionó. Ahora sé cuando pedirle cosas. Llego a la conclusión que debo hacerlo en el día, porque en la noche, Kutiq, se transforma en otra persona diferente.... Su actitud cambia... a despiadado y egocéntrico.

(...)

Dos largos años pasan. Lien crece poco a poco. Es idéntico a Pachakutiq. Esos ojos, verde claro como esmeraldas, y el cabello negro, muy característicos de la familia Blond.
Para mi desgracia no tiene nada mío, el problema es que si llega a tener lo malo de mi parte, ambo estaremos en problemas. Pues aunque me quejo sobre las costumbres Kawries, yo también formó parte de ellos. Si, ellos. Aunque todo el mundo los considera animales yo no. Supongo que después de que te salvan la vida y los conoces, se cambia de opinión. Todo esto Pachakutiq no lo sabe y no lo sabrá.

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⏰ Last updated: Jan 16 ⏰

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