🦋DAY TWELVE🇷🇺

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Dia 12

-Buenos dias chicos, ¿qué tal habeis dormido?,- Greco y Gustabo esperaban en la cafetería desayunando cuando Horacio y Volkov llegaron.

-Bueno...regular,- un Horacio con sus ojeras algo marcadas bebía un café bien cargado de un trago.

-¿Qué pasa que el comisario te ha dado marcha toda la noche?,- el rubio le susurró a su amigo mientras reía.

-Cállate idiota, no es eso...es que la cama estaba dura y me he pasado la noche dando vueltas intentando acomodarme pero no cogía una buena postura.-

-Ya...claro, será eso...- el de cresta achinó sus ojos y lo miró sonriente.

-A ver si vas a ser tú quien ha tenido fiesta esta noche, andas raro, te ví cuando te levantaste a por mi café,- Gustabo se puso completamente rojo y comenzó a toser.

-¿Qué...coño dices?,- Horacio se rió ahora de su amigo sabiendo que lo había pillado por como actuaba.

-Venga chicos en marcha, debemos ir a la recepción para que nos den una corta charla con las precauciones que tenemos que tomar al entrar en el bosque,- todos se levantaron de su silla y siguieron a Greco hasta allí.

Un guarda forestal les explicó brevemente todo lo que conllevaba meterse en un bosque, nada de hacer fuego, respetar siempre la naturaleza y si se pierden o lesionan, ir a la caseta de emergencias que se encuentra en la zona de la izquierda.

Después de aquello cogieron sus mochilas y comenzaron a caminar, aquello era un espectáculo visual, los grandes y frondosos árboles cubrían sus pasos, varias especies de animales les saludaban a su paso por allí, charlaban animadamente mientras que un experto Greco les explicaba curiosidades y anécdotas de sus escapadas anteriores.

-Joder, me estoy meando tio,- dijo Horacio a su amigo, después de casi cuatro horas la vejiga del pelirrojo estaba a punto de explotar.

-Yo también, vamos a parar un momento,- ambos comentaron de sus necesidades a los demás y se apartaron un poco para poder desahogarse.

Horacio se alejó un poco más de la cuenta y cuando iba a volver se despistó, miró a su alrededor pero todo era lo mismo, troncos y tierra, no se escuchaba más que el sonido de algún ave, todo estaba en silencio y eso lo asustó.

-¡Gustabo!,- llamó pero solo escuchó su eco, una niebla baja lo envolvió y comenzó a caminar nervioso,- ¡Viktor!,- comenzó a desesperarse...

-¿Dónde está Horacio?,- preguntó el comisario de barba al rubio cuando lo vió llegar hasta donde estaban ellos.

-¿No ha llegado?, se apartó un poco de mi.-

-Joder...¡Horacio!,- Volkov se metió por el lado de la izquierda seguido por los otros dos.

-No podemos separarnos o nos perderemos, hay que llamar al guarda, si él sigue caminando y se aleja va a ser peor,- Greco guió a los demás hasta la caseta prestando atención por el camino por si había algún rastro del chico.

Intentaron llamarlo al móvil pero no había cobertura, Volkov estaba desesperado, ese día estaba nublado y pronto comenzaría a llover, si no se daban prisa y el modista seguía solo algo malo podría pasarle. El ruso llevó sus manos a su rostro pensando en su chico, lo imaginó asustado y perdido intentando llamarlo y eso le puso peor...

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-Joder...joder...puto bosque de mierda,- el de cresta se sentó sobre unas grandes raíces que sobresalían de una árbol gigante, miró a su alrededor y comenzó a agobiarse, el sonido de hojas secas siendo pisadas le alarmó.

🦋SEVENTEEN DAYS🇷🇺Where stories live. Discover now