La sola idea conseguía generarle nauseas, no quería y no podía hacerlo. No iba a casarse, incluso si debía morir iba a escapar de ese matrimonio. 

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- Debes estar feliz de casarte con mi hermana.

Malthus miró a su "cuñado" Andrealphus. Stella estaba alejada con algunos sirvientes, así que podían hablar con libertar hasta que regresara.

- ¿Por qué yo?

- Ella insistió. 

- Es solo una niña, ¿la van a complacer así?

- Si se arrepiente en un futuro no podrá reprochar, ella te eligió.

El pavorreal miraba al cuervo quien observaba a la pequeña con una mirada perturbada. Sabía perfectamente lo mucho que aborrecía la idea, sin embargo, su hermana estaba obsesionada con él a tan corta edad y el matrimonio era su excusa para estar con él.

- ¿Qué pasa si no me caso?

- Los adultos decidirán tu castigo, puede ir desde una simple expulsión de la familia hasta una ejecución. Un desperdicio si consideramos lo mucho que te esfuerzas por vivir.

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Incluso si era despreciado por su padre, parecía querer involucrarlo en sus asuntos "menos importantes" aunque parecían ser unos que afectarían a todo el infierno.

El menor miraba el juego de cartas que su padre estaba llevando a cabo con otro hombre, ningún sirviente estaba presente en esa cerrada oficina. La presión que aquellas presencias emanaban era tal que incluso él se sentía intimidado.

- Por el momento son conflictos aislados.

- ¿Acaso se puede ser más imbécil? Sabían perfectamente que no tenían el derecho de hacer algo así.

- Yo jamás he encerrado algún ángel. Es molesto que ellos lo hayan hecho primero, solo yo puedo enjuiciar y encerrar a mis demonios.

- No me parece que haya mucho que hacer, si enviamos legiones ellos harán lo mismo y acabaremos en una guerra innecesariamente grande.

Ascaroth caminaba en círculos fuera de aquella oficina, estaba preocupado por su pequeño maestro. Apenas y era capaz de soportar la presión de su padre, no imaginaba lo asfixiado que se encontraba junto al señor Lucifer.

Ni siquiera aquel sirviente era capaz de soportarlo, ¿y un niño menor que él debía hacerlo? 

Sus pensamientos se detuvieron por un momento al ver salir a Malthus quien se apoyó en las puertas una vez cerradas y soltó un pesado suspiro.

- Es demasiada presión.

- Felicidades, salió con vida.

- A penas.

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- ¿Qué está planeando hacer? Por favor, piénselo dos veces.

Eran exactamente las dos de la mañana, había pasado un año desde que los conflictos aislados con los ángeles iniciaron y en efecto, habían terminado en una guerra.

Malthus cargó su maleta con un poco de ropa antes de salir de su recámara y de esa mansión siendo perseguido por Ascaroth, quien intentaba persuadirlo para no escapar.

- Tiene que casarse y no puede abandonar a su prometida.

- Ascaroth, no tienes por qué seguirme. Has hecho suficiente por mí en todos estos años, si me sigues ahora solo serás el sirviente que se aferra a un maestro inútil.

¿Goetia? (Stolas Goetia) (Helluva Boss)Where stories live. Discover now