HUMAN ERROR | DRAMIONE

017

Hermione
Once semanas del sexto año de Hogwarts
6 de noviembre de 1996

El baño del segundo piso guardaba muchos secretos.

Era de conocimiento popular que cualquier plan que quisieras realizar, lo podías hacer ahí, porque nadie vigilaba, ni fisgoneaba y cuando te veían salir de ahí, no preguntaban.

Lo que hicieras en el baño del segundo piso, se quedaría en el.

Fue así que Hermione había decidido que ese era el lugar perfecto para hacer sus deberes de pociones.

Era la segunda tarea, al igual que la anterior, había dejado una nota al pie de la página con lugar, hora e ingredientes que debía traer.

Malfoy hizo caso.

Se presentó justo a las 19:20, veinte minutos después de su hora acordada, pero Hermione no le dio importancia, ella ya había comenzado con su tarea.

Ninguno de los dos se preguntaba el porqué había tanta paz en el lugar, Malfoy debería odiar a la chica y ella debería hacer lo mismo con el por odiarla.

Me pregunto si el sabrá que sangramos de la misma manera. Pensó Hermione sin dejar de mezclar su caldero.

Pero los ojos grises como el hielo del chico, no le daban la respuesta.

Y eso la hacía enfurecer de maneras que jamás lo había hecho.

Porque era de conocimiento popular que Hermione Granger conocía la respuesta a todo.

-¿Por qué hacemos la tarea en un baño? No pudiste escoger un lugar más sucio Granger.

Hermione se encogió de hombros y eso hizo enojar a Malfoy, aunque no lo suficiente.

Cerca de las 20:30, la poción se encontraba casi lista. Pero no del todo.

-Te equivocaste de ingrediente-Dijo Hermione mientras observaba el diminuto frasco.

-Tu me dijiste que traer-Respondió el chico con su tono arrogante.

-Si, te especifiqué, menta-Hermione le mostró el pergamino-Tu trajiste hierbabuena.

-Creo que sabría distinguir la menta de la hierbabuena Granger-Dijo mientras olía el frasco, pero en efecto, era hierbabuena.

-Ve a cambiarlo, aún hay tiempo.

-Ve tu Granger, ya bastante hice con traer eso, te dije que no sería como Weasley o Potter.

-Pero es tu parte-La voz de Hermione era firme-Ve.

-Las personas como yo no se rebajan a eso.

-¿Personas como tú?-Hermione sabía exactamente a qué se refería-Esto no tiene nada que ver contigo o tu sangre o lo que creas. Se trata de una simple tarea. ¿Te molesta tanto que te diga que hacer, que sea mejor que tú en cada clase? Entonces deberías comenzar a prestarle más atención a eso y no a los porcentajes de la sangre.

-En general Granger, soy mejor que tú y por eso no me rebajaría a eso.

Hermione vio cómo tomaba sus cosas y salía por la puerta. No pudo decir si estaba enojado u orgulloso por su respuesta.

•••

Tres días pasaron desde el incidente de la hierbabuena. Hermione decidió terminar la poción y redactar una carta al Profesor Slughorn sobre porque no debería trabajar con Malfoy.

Escribió diez hojas de pergamino.

Pero sabía que sería rechazada su oferta, el viejo sólo consideraba a unos cuantos estudiantes y en ellos sobresalía su amigo Harry Potter.

Aunque no perdía nada con intentarlo.

En el despacho del profesor emanaba un olor a menta demasiado fuerte.

¿Por qué te burlas de mi Merlin?. Pensó Hermione.

-Oh señorita Granger, leí la mitad de su petición-Dijo el profesor mientras comenzaba a reír-Muy buena redacción, si me permite decir, pero lamentablemente no es factible. Verá, creo que les haría muy bien coexistir con sus casas amigas, por los tiempos. Usted sabe.

Hermione asintió con la cabeza y dejó el pequeño caldero en su escritorio.

-Aquí está el aliento de fuego señor-El profesor le sonrió mientras se sentaba en su sillón-Señor, si me permite preguntar, ¿para que es toda la menta?

El profesor comenzó a reír.

-No comprendo, ¿dije algo gracioso?

-No señorita Granger, le pido una disculpa-El profesor se levantó del sillón-Lo que usted huele son los rastros de la tarea de la semana pasada.

Amortentia.