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Las lágrimas que tan repentinamente comenzaron a brotar de mi rostro no cesaban, mientras recordaba aquellos monstruos de mi pasado que aún me persiguen cada noche cuando intento dormir. Así empiezan mis largas y frías noches dé insomnio en las cuales me distraigo con las cosas tan monótonas de mi alrededor para no caer en mis propios pensamientos de los que quiero escapar; desearía dejarlos y salir corriendo para nunca más recordar todo aquello que me lastimó y me hizo perder el brillo que alguna vez tuve, solo quedó un gris cascarón vacío el cual solo está sobreviviendo y llevando la vida junto a la depresión y soledad que quedó de mí, como si de una responsabilidad tortuosa se tratase.

Los pensamientos se los lleva el vientoWhere stories live. Discover now