Capítulo 17

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POV. SOYEON

Estuvimos jugando un rato hasta que Manuel y Patrick entraron a la sala; estaban muy contentos y parecía que no hubieran notado nuestra presencia.

— Hoy más que nunca sé que hice bien en casarme contigo, te quiero y me siento el hombre más afortunado del mundo por tenerte siempre a mi lado —dijo Manuel sentándose en el sofá.

— A partir de ahora seremos una familia completa —dijo sentándose encima de su esposo—. Te amo.

Vi como Yuqi estaba tan atenta como yo a lo que se decían.

— Debe ser bonito que te digan eso, ¿no crees? —dije aún mirando a la máquina.

— Totalmente, que alguien sienta todo ese amor por ti debe ser lo mejor, aunque tú ya estarás acostumbrada.

— ¿Qué? —giré la cabeza a la izquierda para mirarla.

— Todo el mundo te halaga, te dice cuanto te ama, lo enamorados que están de ti...

— ¿En serio, crees que lo dicen de verdad?

— No sé... supongo que sí, ¿no? No alardeas siempre de lo mucho que te ama la gente.

— Piensa un poco, Song, ¿cuántos de los chicos que dicen estar enamorados de mí crees que lo dicen de verdad y cuántos lo dicen para conseguir algo? —dije con tono sincero.

— Habrá alguno que lo diga en serio, no creo que todos se acerquen a ti porque busquen algo.

— No lo creo, lo chicos que se me acercan sólo van a una cosa, no tienen tiempo de enamorarse o si lo tienen no es para enamorarse de mí.

— ¿Y tú no caes bajo el encanto de sus halagos?

— No. Son palabras falsas, sin sentimiento, eso no me interesa, no soy tan estúpida. ¿O tú con palabras bonitas ya te enamoras?

— No —dijo rápidamente.

— Ah claro, perdón, olvidaba que tú eres Song Yuqi, a ti no se te puede conquistar y tú tampoco te enamoras, eso es como demasiado bobo para ti, ¿no?

— Claro que se me puede conquistar y obvio que puedo enamorarme.

— ¿Ah si? ¿Cómo?

— ¿Para que quieres saberlo?

— Curiosidad —dije con el tono más neutral que pude.

— Con cosas simples.

— ¿Cosas simples? —pregunté confusa—. ¿Qué son cosas simples?

— Sólo cosas simples.

¿Qué serán cosas simple? Yo quiero hacer cosas simples por ella.

— ¿Y a ti señorita, cómo se te conquista?

— ¿Por qué quieres saberlo?

— Curiosidad...

— Te digo la verdad, ni yo misma lo sé...

— ¿Te puedo decir algo sin que te ofendas? —levanté los hombros—. Pareces la típica chica que es difícil de conquistar o que para tener tu amor necesitas que hagan mil cosas por ti, que se arrastren... Pero en realidad con una caricia, unas palabras y una mirada caes al instante.

Mierda, todo lo que ha dicho es cierto.

— Sí, puede que sea así, pero no me valen las caricias, las palabras o las miradas de cualquiera. —dije haciéndome la interesante.

— Es exigente la señorita.

— No te creas que tanto. —dije riendo

— No, claro, seguro que tiene que ser un chico alto, guapo, ojos azules, pelo perfecto, millonario para que pueda comprarte todos tus caprichos, atleta... Que a tus amigas les encante para poder darles envidia.

Cuestión de Tiempo | YuyeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora