Han pasado 2 años desde que rengoku sensei y yo nos conocimos en el colegio kimetsu. Muchas cosas han sucedido desde entonces... Pero hemos sabido superarlas todas y ahora soy su novia oficialmente. Pensé que nuestras dificultades habían terminando...
Los días siguientes a la entrega de la sortija, rengoku hizo algunos viajes de negocios, contrato a una persona para organizar el evento. Habló con mi padre y sus padres... A estas alturas ya todo el colegio sabía que nos casariamos al finalizar el último semestre.
Faltaba menos de una semana y no habíamos podido vernos por los malditos exámenes finales.
Rengoku me dijo que debía obtener buenas notas y me daría un regalo. No es que necesite algo más que su compañía pero este premio me había motivado a estudiar arduamente. En mis ratos libres estudiaba con Nezuko chan.
-... Pero que increíble!.
- he?
- ya sabes hehe que te vayas a casar con Rengoku sensei 😏
- lo sé amiga... Aun no me la creo
-si quien lo diría que Terminarías con el apuesto sensei
- jaja que Zenitsu no te escuche xd
-es solo que es tan apuesto, varonil y perfecto que suerte tienes amiga! Oh hablando de él...
Hace su aparición con la misma sonrisa de todos los días es tan radiante, que brilla como el sol. Lo admito en este punto Rengoku es el hombre que más eh amado en mi vida es imposible que me concentre en lo que dice cuando anoche estuvimos amándonos una y otra vez. El por su parte es tan profesional.
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Pero al terminar la clase siempre fingía tener cosas que hacer para quedarse hasta el final y me asignaba la limpieza de los pizarrones para quedarnos a solas. Y me embestia fuertemente sobre su escritorio.
-Oh cariño no sabes lo difícil que es contenerme contigo en mi clase eres mi jodido punto débil.
-kyo san ahhh lo siento tan... Profundo... No pares!
-Te gusta como te la clavo princesa ?
-Siiii eres... Asom... Broso
- princesa voy a ponerme serio porfavor guarda silencio o nos escucharán. De un momento otro Rengoku sujeta mi cadera y me levanta de su escritorio para comenzar a moverse rítmicamente dejando caer todo mi peso en sus brazos. Me aferro a sus hombros para no caer mientras escucho el sonido de sus fuertes estocadas acompañado del chapoteo producido por el Veloz choque de sus caderas con mi mojada entrepierna era indescriptible. Estaba a punto de llegar al orgasmo pero esto parecía no importarle.
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