Indicó a su hermano con molestia, se levantó con sus respectivos platos para lavarlos así como también para evitar comentarios vergonzosos. Al terminar se encamino a su habitación.

–Cariño ¿no deseas postre? es tarta de fresa–

–No, gracias–

La mayor vio partir a su hijo, soltando a su vez un suspiro de resignación

Pero si es tu favorito– susurró para después ver a Akiteru

–Ves te lo dije, e-na-mo-ra-do ¿Quién podría rechazar la tarta de fresa? Y más siendo él, solo un enamorado, tranquila mamá–

Madre e hijo decidieron continuar con sus respectivos alimentos dejando por el momento el tema, por otro lado Tsukishima tan pronto entró a su habitación dejó caer su cuerpo sobre su cama terminando con un suspiro profundo, su mirada se mantuvo enfocada en aquel techo mientras sus pensamientos se paseaban constantemente, aquella molestia aun seguía impregnado en su pecho no lo entendía, se sentía más irritado de lo normal incluso un poco ansioso y todo se debía a que ahora su compañero estaría con alguien más.

Seguramente ya debe estar ahí– murmuró para si mismo.

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Alto, de piel aperlada, pecas pequeñas que recorrían cada parte de su rostro como un detalle único, aquel cabello algo rebelde en especial aquel que sobresalía en la punta de su cabeza y aquella sonrisa que podía ser en momentos nerviosa, tímida o risueña dependiendo de la emoción que le controlara, era la breve descripción que Tsukishima le daba Yamaguchi Tadashi, mismo que le miraba con ese par de ojos animados y su indiscutible brillo. Podía verlo claramente frente a él, poco a poco iba acortando la distancia entre ambos elevando en el ambiente una experiencia nueva para él, haciéndole sentir aquel constante golpeteo en su pecho que últimamente había estado sintiendo junto aquel revoloteo en su estomago que según él era algo molesto por no encontrarle una explicación. Cada vez estaba más cerca, podía sentir el calor de su cuerpo así como su respiración ¿eso no era demasiado cerca? tal vez pero no le incomodaba, al contrario él también comenzó a colaborar al acercarse con la finalidad de provocar un posible beso.

Kei...

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–¡Kei!–

Un impulso fuerte le hizo abrir los ojos de manera exorbitada, quien le llamaba no era Yamaguchi sino su madre misma que volvió a tocar y llamar por él ¿Qué había sido todo eso? sentía su frente sudada y esa aceleración en su pecho aun persistía, se sentía algo abrumado y asustado como si hubiera sido descubierto en algo indebido.

–¿Q-qué pasa mamá?–

–Ya esta la cena te estaremos esperando, tu padre ya llego–

–Bien ya bajo–

Se había quedado profundamente dormido incluso ya había anochecido, miró la pantalla principal de su celular para tener una hora más precisa, eran las 7:30 ya pasada de la hora de su salida. Se había dado cuenta que durante todo ese tiempo aún no intercambiaban sus números telefónicos aunque posiblemente el peliverde pensaba que él no querría y eso era cierto al menos solo al principio pero ahora tener su numero al menos para preguntar si estaba bien parecía necesario. Algo agitado partió a su baño para lavar su rostro con agua fría y después salir a cenar.

Destinados a conocernos [Tsukiyama]Where stories live. Discover now