El adorno mágico [E.H⭐2022]

El adorno mágico

🎄One-shot participante en el concurso ''Retalling Navideño Editorial Historias: última cosecha 2022''🎄

—No pienso quedarme aquí.

La firme decisión de la Arabella Walker hizo que su madre enarcara una de sus finas cejas mientras dejaba la pesada maleta marrón encima de la cama. Se giró de forma dramática hacia ella, haciendo bambolear su vestido color lima.

—Nadie ha preguntado tu opinión, cielo. —contestó divertida, mientras abría equipaje y sacaba algunos enseres de ella y la doncella ayudaba a colocar todo.

El tono en el que lo dijo no la molestó en absoluto, pero hizo que tuviera más ganas de rebatirle.

—Mi opinión es importante, y más en este caso querida madre. —Puso los brazos en jarras—. Es Navidad y me dejáis aquí abandonada, en una vieja casa destartalada alejada de Londres, de mis amigas, de todo lo que conozco... para iros de viaje por Europa y dejándome sola con esa mujer.

Lo último lo menciona señalando hacia la puerta de la habitación.

—Es tu abuela, Arabella. —contraatacó su madre, sin mucha fuerza en su afirmación.

—Una abuela que me odia a mí y a la Navidad.

—Sabes que es un poco especial, odia todo. Pero estoy segura de que os lo pasaréis de miedo en el tiempo que estéis juntas. —dijo tendiéndole uno de los vestidos a la doncella, que no podía dejar de mirar a una y a otra mientras discutían—. Puedes aprovechar para conocerla mejor y quien sabe, puede que te sorprendas.

Arabella bufó, dejándose caer en la cama ante la mirada de desaprobación de su madre.

—Va a ser un auténtico desastre... —siguió quejándose, con una mano en la frente de forma dramática—. Y vosotros me abandonáis, en unas fechas tan importantes...

—Arabella...

—Madre...

Madre e hija tuvieron un duelo de miradas, hasta que una voz proveniente del saloncito de abajo las sorprendió a todas, doncella incluida que se le acabó cayendo uno de los sombreros que estaba cogiendo en ese momento.

—¡CORNELIA!

Era la inconfundible voz chillona de su abuela llamando a su madre. Arabella todavía se preguntaba cómo podían ser familia cuando eran tan diferentes la una de la otra. La miró con gesto de fastidio, dándole a entender claramente lo que pensaba. Esta a su vez miró a la doncella, que estaba igual de tiesa que un palo al escuchar el grito de la anciana. A Arabella le dio pena.

—Será mejor que bajemos, Lydia. Ya sabes cómo se pone cuando tardamos...

—¡Y dile a Arabella que baje, que quiero verla ya! —Volvió a alzar la voz la abuela.

La niña puso los ojos en blanco. Había llegado el momento que tanto estaba temiendo, esperaba de verdad que finalmente sus padres cambiaran de opinión y se la llevaran con ellos de viaje, pero estaba claro que sus progenitores no tenían pensado tal cambio en sus planes románticos.