Un último Bibidi Babidi Bú

47 12 6
                                    

Suenan las campanas y las personas corren a prisas, se les hace tarde para que ya de inicio. Las cocineras dando la última sazón con condimentos, carpinteros clavando los últimos clavos en la madera, pintores dando el último detalle, los músicos colocándose en sus posiciones y preparando sus instrumentos.

- Corran, corran, se acerca la hora – dijo una señora que aparentaba estar es sus treintas – todo debe quedar perfecto.

La señora pasaba alrededor en una calma diferente a los que paraban de un lugar a otro, supervisando cada detalle.

- Señora Murillo, me temo que ha surgido un inconveniente en la parte de los pirotécnicos.

La señora Murillo lanzo una mirada arrugando la frente en seña de estar molesta, pero al mismo tiempo tanto en el joven mensajero y la señora se podía ver como su tez se volvía más pálida.

- Dime, ¿qué sucedió? Ya va a ser la hora.

- Algunos niños jugaban cerca de la zona donde se guardaban y resulto que uno de ellos traía un balde de agua que termino empapando gran parte de los pirotécnicos en un accidente. – dijo con temor a la reacción de la señora.

Ella trato de relajar el rostro pues sabía que dejaría arrugas en el futuro. Se calmó y mando al joven a que vaya al taller de señor Zarga a pedir más de repuesto, acto que se realizó lo más rápido posible.

- Todo debe salir perfecto, tiene que serlo, de lo contrario todos lo lamentaremos.

En otra parte de la alborotada ciudad, se encontraba el grupo de niños por el ya mencionado accidente.

- Darmi, ya deja de ser tan miedosa y salta de una buena vez.

- Para ti es fácil decirlo, tu si sabes nadar. – dijo una pequeña niña que miraba con terror el caudal del rio desde la orilla de un acantilado con una altura considerable.

- Te vamos a dejar sola si no lo haces. – replica molesto otro niño.

- Tu deberías ayudarme, Cian, ¡Soy tu hermana!

- Y por eso mismo quiero que enfrentes tus miedos tu sola. ¡Ya daté prisa!

Darmi con mucho temor junto toda la valentía que se podía encontrar en su joven cuerpo, tomo impulso y saltó. Cerró los ojos pensando que si lo hacía no le pasaría nada. Cuando sus pies tocaron tierra firme recién pudo abrir los ojos, retuvo las ganas de llorar de alegría por lo que acababa de hacer, pero se puso de pie encarando a su hermano.

- Puedo lograr todo lo que me proponga. – le saco la lengua y dio media vuelta adentrándose en el pequeño bosque.

- Si como no, habla la enana que estaba a punto de llorar.

- Ya déjala en paz, Cian. Debemos avanzar. – dijo empezando a caminar.

- Eres muy blando, Piret. – dijo con tono molesto Cian.

Los tres pequeños entraron al bosque.

¿Pero por qué?

Según una leyenda que lograron encontrar en un libro en el fondo del bosque había una pequeña casita abandonada en la cual solía vivir una hermosa chica que era maltratada por sus hermanastras y su madrastra tratándola como una esclava, sin embargo, sucedió un milagro mágico y aquella chica salió de aquel martirio teniendo su final feliz.

¿Y sabes qué era lo más curioso?

Ellos creían en la magia, y no, no por ser unos niños ingenuos, sino porque lo habían visto con sus propios ojos cada año desde que tenían conciencia.

Llegaron a la pequeña casita y con temor, pero tratando de ocultarla, Cain entro primero e incentivo al resto a que se adentre. Los muebles de madera se veían demasiado desgastados y cubiertos de polillas e insectos por doquier.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 21, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Un último Bibidi Babidi Bú [E.H.⭐2022]Where stories live. Discover now