— ¿ya no te gustan tus entrenamientos con el entrenador que tenías? Escuché que era super exigente, pero esta bien, sos genial jugando, ¡te hubieses quedado! —a esto último trato de fingirlo con alegría.




—no. —niega con la cabeza cual niño enojado. —está bien así. —sonríe. — ¿vos como estás? Escuché por acá que alguien te estaba molestando, pero no sé de quién hablaban. Pero acá estoy si algo te sucede.




—gracias, pero no te preocupes, puedo cuidarme bien sola. —le digo algo molesta. Iba a hablar pero Florencia viene.



— ¿se conocen?




—sí, sí. Hicimos las pruebas juntos, estuvimos practicando los dos.




—genial, entonces, Lud. Van a hacer equipo hoy si queres. —dice y se va de ahí sonriendo, yo quería que la tierra me trague.




—Ludmila, te busca Emilia. Es algo del partido que viene. —Escucho de repente.



— ¿eh? ¿quién es Emilia? —Enzo me mira haciendo alguna mueca, levanta las cejas, y entonces me doy cuenta. El me mira en plan: sos malísima para esto.



—oh. ¡ah, oh, Emilia, sí! Claro, sí, sí. Bueno, Tomi, no voy a poder porque necesito irme a, y... sí.
  Enzo nos mira, y me apresuro a salir de allí. Él camina detrás mío, y cuando voy saliendo, me cruzo con aquel al que presentaron como "Ramiro" un chico alto, de pelo azabache, con una piel muy brillante y linda. Me había cruzado con el balón que había tirado cuando intentaba hacer jugadas. Tomo el balón y lo viene a buscar.




—creo que es tuyo.



—muchas gracias, a veces me cuesta. —sonrío.



—creo que si pones las piernas más firmes, te pueda ir mejor. —digo y sonríe en grande.




—genial, voy a tomar ese consejo entones.

《Lindo.》




Se va, y de repente, la mano de Enzo toma mi brazo y me saca de ahí, para llevarme hasta el vestuario, fuera de ahí.




— ¿para qué me apuras si no existe Emilia?



—era eso o que ayudes a Tomás. todo el entrenamiento.




—cierto. Bueno, prefiero estar acá hasta que se agrupe con otro. —digo y entonces nos sentamos hasta que la práctica empiece después del descanso.  — ¿alguna vez practicaste algún festejo de gol para cuando estés enamorado?
Pregunto de repente y me mira dudoso.




—no dedico goles por amor.




—eso explica porqué sos terrible coqueteando con alguien. —rueda los ojos, pero me vuelve a mirar pensando en algo.




— ¿vos crees... que se puede dedicar goles y vivir tu carrera por alguien sin amor?




—mmm, bueno... sí se puede, pero no creo que sea algo genuino, no tendría sentido. —analiza algo en su mente. — ¿estas buscando a alguien para dedicarle tus goles?



—uhm... algo como eso.




—entonces ahora entiendo por qué aceptaste ser mi novio falso. ¡querías ganar experiencia en el coqueteo! —bufa y sonríe.




— ¿vos crees?



—pero te lo digo yo, coquetear conmigo es bastante especial ¡porque soy una genia! —casi grito feliz y río.



"2gether" //Enzo Fernández//Where stories live. Discover now