Ella se aparto tratando de recuperar la compostura y tras cerrar el auto, camino junto a el hacia la casa Desde fuera se podía oír la música a todo volumen, estaba claro que su hermana había montado una fiesta como las que ambas solían hacer, una de esas en las que todo se descontrolaba Llamo al timbre, sin recordar que era su casa y tenia llaves, Liliana abrió la puerta y la miro con una sonrisa, su expresión cambio a la sorpresa cuando observo que Max iba con ella
-Hola –Liliana no sabia que decir
-Feliz cumpleaños –Estela abrazo a su hermana, aprovechando la cercanía para susurrar en su oído –Lo siento, no sabia como negarme a que viniera
-Felicidades Liliana –Max le tendió el ramo de flores con una sonrisa
-Oh –Ella lo tomo sorprendida, después sonrió –Gracias
-Espero que te guste –para sorpresa de ambas el saco un pequeño paquete de su bolsillo, con un lazo rojo y se lo dio
Liliana tomo con cuidado el paquete y tras obsérvalo unos segundos lo abrió, mientras Estela miraba de reojo a su marido, ¿en que momento lo había comprado?
-Es preciosa –tomo la pulsera con las letras de su nombre y se la puso en la mano derecha –Muchas gracias señor Monteverdi
-Por favor llámame Maximiliano –Las dos hermanas se miraron sin saber que hacer
-Oh, pasad –Liliana se dio cuenta que ni siquiera habian entrado
Max observaba todo con sumo detalle, había bastante gente, hablando, bebiendo y bailando Estela se paro frente a la cocina para entregarle el regalo a su hermana, saco el paquete de su bolso, con un envoltorio verde y un lazo azul
-Ten –Sonrió mientras lo colocaba en las manos de su hermana, Liliana abrió delicadamente el paquete y se quedo paralizada al ver el interior Dentro de una cajita pequeña se encontraba la medalla de la Virgen del Carmen, aquella medalla que su madre le regalo cuando era pequeña y que empeño para poder ayudar con los gastos de la casa –Me costo bastante encontrarla –Estela sonrió al ver como su hermana limpiaba las lagrimas que amenazaban con desbordar sus ojos
-Gracias –Lili abrazo a su hermana bajo la atenta mirada de Max, que no se perdía ningún detalle, después se alejo y sonrió a ambos –Bueno ¿Qué queréis tomar?
-Yo lo sirvo no te preocupes –Estela aguanto la risa mirando al otro lado de la habitación –Tu ve con los invitados, parece que te reclaman
Max siguió a Estela por la habitación, sabiendo que prácticamente todas las miradas estaban puestas en el, claro que no le conocían Pero le molestaba mas ver como algunos hombres miraban a su esposa, no podía negar que estaba muy atractiva
-¿Un Gin-tonic? –Estela le miro de reojo mientras le tendía la copa
-Gracias –El acaricio sensualmente sus dedos al cogerla, después la miro a los ojos -¿Por qué significaba tanto esa medalla para tu hermana?
KAMU SEDANG MEMBACA
TRATO HECHO
Romansa¿Cuánto puede cambiar tu vida dos palabras? Trato hecho Esa es la respuesta de Estela a la proposición de su jefe, Maximiliano Monteverdi, el hombre deseado por todas las mujeres y acostumbrado a conseguir todo lo que quiere Y ahora lo que mas desea...
Capitulo 13; Como marido y mujer
Mulai dari awal