Capitulo 3

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Todoroki estaba sentado en la hierba centrando en Midoriya que dormía con la cabeza sobre su regazo. La noche anterior habían discutido por su conversación con Bakugou, él insistía en que le aclarase que ocurría entre ellos y el motivo de sus continuas disputas, pero el no quería decirle que el lobo había imprimado en él. Se salió del tema como pudo y él estuvo sin hablarle el resto de la noche. Midoriya nunca había dejado de hablarle, otro punto negativo para el licántropo.

Se removió un poco y él acarició su frente apartando el pelo de el. Midoriya abrió los ojos con una tímida sonrisa.

—Has dejado de brillar.

—Se está nublando.

—All Might quiere hablar sobre unos detalles de la boda contigo. Creo que es sobre el presupuesto, teme no poder pagar una fiesta a la altura de tu familia.

—All Might no va a pagar nada, Momo lo tiene todo casi organizado. Solo falta ajustar los preparativos para la fecha y los pagos.

—A mi padre no le va a hacer gracia no poner nada de su bolsillo.

—¿Va a amenazarme con su pistola? —bromeó Shouto.

—Las pistolas no pueden hacerte daño, lo cual doy gracias por ello.

Midoriya se sentó a su lado de cara a él, Shouto sonrió al verlo jugar con el anillo de compromiso.

—El único que puede hacerme daño eres tú, si me dejas o si dejas de respirar.

—Shouto —suspiró perdido en la perfección de sus facciones, con cuidado se aproximó para besarlo, él lo sostuvo de la cintura como si no quisiera que se alejara.

Hubiera dado cualquier cosa por no estar allí en ese momento, maldijo su mala suerte, había salido a correr en su forma humana para relajarse y se encontraba con aquella visión. Dio un paso atrás pisando una rama que se partió bajo la presión de su pie. Ambos se separaron para mirar hacia allí.

—Kacchan —dijo Deku poniéndose de pie, Todoroki le retuvo por la muñeca sin entender por qué recibía tan claro el dolor que Bakugou sentía en ese momento. A veces leía su malestar en su mente, pero ahora era un sentimiento palpable.

—Iré yo.

—No creo que sea buena idea.

—Prometo ser cortés.

Bakugou vio cómo Todoroki se acercaba a paso lento, su respiración se hacía más pesada y el aire casi no entraba en sus pulmones. Ahora que se había rendido totalmente todo era más real, más cercano, más angustioso. La balanza antes equilibrada ahora caía en favor de Todoroki. Bakugou cerro los ojos y cuando notó que el vampiro estaba delante de él soltó sin mirarle.

—Se acabó —los pasos de Todoroki se detuvieron—. Entiendo que lo que me mantiene vivo no es mi corazón sino tú, eres mi alma gemela, mi otra mitad. Tu existencia es mi razón de ser, tu felicidad es mi felicidad.
Por eso te dejo al lado de Deku para que él cumpla con lo que yo no puedo, hacerte feliz.

Su voz salía en un hilo que mostraba su rendición, su resignación a perderlo todo.

—¿De qué hablas? —Bakugou alzó una mano sin abrir aún los ojos.

—Aceptó mi imprimación y al hacerlo soy consciente de que estoy irrevocablemente enamorado de ti.

—Bakugou —la voz de Todoroki le hizo abrir los ojos.

Ante las palabras del lobo lo había comprendido todo. Al aceptar la imprimación él era capaz de sentir lo mismo aunque con menos intensidad, y lo captó en ese instante. Su atención, su preocupación, sus deseos de protegerlo ahora le pertenecían a Bakugou. Al admitirlo todo, Todoroki se vio arrastrado por ese torbellino de emociones que Bakugou luchaba por reprimir.

Luna de plata [TodoBaku]Where stories live. Discover now