La novia desaparece, una calamidad aparece

Comincia dall'inizio
                                    

—Feng Xin, llévate a la joven— Feng Xin asintió, tomando a Xiao Ying como si de un juguete se tratase, comenzando a correr fuera.

—¡Suéltame!— gritó Xiao Ying, intentando librarse, —¡Inmortal, ayuda!— dijo en dirección al sedán.

—Xiao Ying, lo mejor es que te retires.— dijo la voz desde dentro —Yo estaré bien.—

La pequeña mujer suspiró resignada, permitiendo que la otra persona pudiera llevarla.

—Vete Mu Qing— dijo Hua Cheng, molesto ante la invasión.  —Puedo con esto—

Mu Qing rodó los ojos claramente molesto por ser retirado, sin embargo poco le costó retroceder y salir del lugar pues las criaturas que le rodeaba eran demasiado molestas.

Mu Qing se fue alejando poco a poco hasta desaparecer.

—Bien...—la mujer de rojo intentó salir del sedán, ya había mostrado mitad de su cuerpo cuando otra silueta carmesí le detuvo.

—Espera— dijo Hua Cheng, sujetando levemente la cintura de la novia para poder retrocederla hacia su lugar —Es muy peligroso, aguarda por un instante.—

El rostro bajo el velo titubeó por un instante, claramente impactado ante la actitud de ese Oficial Celestial.

No, no, nadie era amable con tanta facilidad y sin esperar algo a cambio. Tal vez ese hombre era igual que el idiota que el dios coqueto del norte.

Xie Lian estaba impaciente por continuar y terminar con su propósito lo más pronto posible, ¿Quién esperaría tener que toparse con las tres personas que más aborrecía?: El par de idiotas que le abandonaron más un extremo acosador.

En realidad, tenía que reunirse con Shi Qingxuan para dar con el fantasma que tanto revuelo y molestia le causaba y por el que sus devotos oraban y suplicaban, no esperaba que el imbécil de su compañero le delatara por adelantado.

Hace unos cuantos días, Niebla Blanquecina y Viento Estremecedor de Mares habían acordado dar su jugada a los cielos. Para ello Xie Lian iba a fingir aparecer y regresar a los cielos mientras al mismo tiempo seguía con su rol de calamidad. Sin embargo, ese anuncio (que estaba a manos de Shi Qingxuan) había sido adelantado de improviso.

¡Xie Lian debía ascender la noche de las linternas!

—Maldito viento ruidoso— murmuró la calamidad, desenredando lentamente una gran tira de tela de su muñeca. El pedazo de seda de repente se levantó y serpenteó emocionado ante su llamado, mostrando signos de vida.

—Estrangúlalos hasta la muerte.—

Ruoye salió desprendido a gran velocidad, rompiendo y destrozando todo a su paso. Decenas de criaturas fueron cayendo completamente destrozadas, sin tener permitido siquiera regenerarse o incluso defenderse. En un par de segundos todo quedó en silencio.

Xie Lian suspiró de alivio, ahora podía continuar.

Quien diría que se vería interrumpido por nueva cuenta cuando una mano ingreso al sedán nupcial.

Hua Cheng extendió la palma hacia la "dama", esperando con paciencia para revisar si era posible que la novia saliera sin mucho esfuerzo, posiblemente estaba asustada.

Como si esa "dama" no hubiese arrojado una criatura de dudosa procedencia con el fin de asesinar a todas las bestias que se cruzaban en su camino.

Silencio, no se escuchó ruido alguno.

Después de un lapso de incomodidad donde Lluvía Carmesí estaba a punto de retirarse, su mano fue tomada por otra más pequeña.

Escalofrío.

La calamidad en búsqueda de Lluvia CarmesíDove le storie prendono vita. Scoprilo ora