Mi Vida Sin Ti {MVST EN CURSO }

Día Cinco🕑

Pasado: no fue mi culpa pero así lo siento, lágrimas caen mi corazón se agrieta, no paro de llorar, no paro de golpear, amar duele y con ustedes si que dolió, no quiero hacerlo más ya no quiero amar.

Capítulo Cinco: Primera adopción, segundo dolor.

5 de Agosto 2020.

Karlet Mckenzei.

Al despertarme un dolor de cabeza me recibió, y que dolor de cabeza, fui al baño a liavarme los dientes y la cara, me cambié mi pijama y me coloqué unos pantalones cortos con una blusa rosa y tenis negros. Bajé las escaleras me encontré a Julia haciendo el desayuno.

—Julia, hola—digo y me dirijo al cajón donde están las pastillas, tomo una para el dolor de cabeza y busco un vaso para beber agua y pasar la pastilla.

—Karlet, princesa hola—dice y me tiende el vaso y yo murmuro un "gracias".

—Acá está un desayuno recién echo, ¿comes aquí o en tu cuarto?—pregunta con el vaso de jugo de piña y un plato con tostadas y huevo revuelto.

—En mi cuarto, gracias—me entrega el desayuno y yo vuelvo a mi cuarto.

Me siento en mi escritorio y coloco hay mi desayuno, y repentinamente llegan esos pensamientos torturandome nuevamente.

Flashblack.

Año 2007, 5 de agosto.

Karlet.

—Calolina, Calolina,—digo jalando de su vestido, era tan pequeña que apenas le llegaba a la cintura.

Ella se voltea y me mira con esos ojos marrones claros llenos de amor, con los que tanto me miraba.

—Dime, mi chiquitina—me dice y luego me carga en sus brazos y mis pequeñas piernas rodean su cintura.

—¿pol qué?, papá Luis se tarda tanto, yo quiero que llegue ¡ya!—digo y me cruzo de brazos haciendo pucheros.

Ella hace pequeños círculos en mi pecho con su dedo índice.

—Ese corazoncito esta muy emocionado ¿cierto?—dice y mi yo pequeña asiente repetidas veces.

—¿Puedo hacer otra pregunta así de pequeñita?—pregunto y ella asiente así que yo sigo—¿pol qué papá Luis y tú me llevaron de aquel lugar donde halian mutitimos niños?.

Ella me abraza y luego me baja y se pone a mi pequeña altura.

—Porqué, papá Luis y yo queríamos a una niña así de chiquita y bella para vivir en esta casota y te elegimos a ti—dice y me da un gran abrazo.

—Calolina me dejas sin aire—digo y ella me suelta y me hace cosquillas haciendo que riamos juntas.

—¿Dónde están las dos personas que más amo?—se escucha la voz de papá Luis de la sala y yo salgo corriendo en su encuentro.